Los Ángeles.- El presidente de Argentina, Javier Milei, afirmó en una entrevista a The Free Journal publicada este jueves que odia al Estado, le encanta ser «el topo» adentro de este y que está dispuesto a soportar «mentiras, calumnias e injurias» con tal de lograr su objetivo de destruirlo desde dentro.
«Amo, amo ser el topo dentro del Estado. Soy el que destruye el Estado desde dentro. Es como estar infiltrado en las filas enemigas», respondió al ser preguntado si le gusta ser «la mofeta del jardín», en una entrevista realizada la semana pasada en el marco de su gira por Palo Alto (California, EE.UU.).
«La reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado y yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto a soportar todo este tipo de mentiras, calumnias, injurias, tanto sobre mi persona como mis seres más queridos, que son mi hermana y mis perros y mis padres, con tal de destruir al Estado», agregó.
El mandatario argentino destacó la dura lucha que enfrenta contra lo que denomina una «batalla cultural» que, durante décadas, fue dominada por el socialismo pero que, poco a poco, están recuperando los libertarios.
«No sólo estamos dando esta batalla en el plano económico y en el plano político, no hemos abandonado la batalla cultural y todo esto va a generar una situación donde Argentina vuelva a crecer muy fuertemente», indicó.
En este sentido, insistió en que, tras asumir la Presidencia, el pasado diciembre, su imagen es «más alta» y la aprobación de su Administración «ha mejorado», al punto en el que aseguró que si hubiera elecciones en el país ahora mismo sacaría el 60 % de los votos.
«Lo más importante es que significa un cambio de época (…) La gente interpretó y asimiló que todos los atajos del populismo y del socialismo no funcionan, y eso es un elemento para ser muy optimista», dijo.
Milei abordó también los esfuerzos de su Gobierno para «revertir cien años de historia» abanderados por el «justicialismo» y las ideas «peronistas» que, a su juicio, llevaron al país al borde del colapso.
«Esta repugnante y aborrecible idea de ‘justicia social’ en realidad va en contra del capital humano porque si estudias, trabajas, te esfuerzas y lo haces bien el Estado vendrá y te robará el dinero y se lo va a dar a gente que no hizo nada. Y eso es un mecanismo para expulsar talento», aseveró.
El mandatario se definió así como un anarcocapitalista que considera al Estado «una organización criminal».
«Si no pagas tus impuestos, vas a la cárcel. Esto es violencia institucionalizada (…) Eso es algo que los anarcocapitalistas y libertarios entendemos: que el Estado es una organización violenta que vive de una fuente coercitiva, que son los impuestos. Los impuestos no son algo amigable. De hecho, son restos de la esclavitud», sentenció el mandatario argentino.
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