REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El presidente de EE.UU., Joe Biden, viaja a la base aérea de Dover (Delaware) con el fin de recibir los restos de los 13 soldados asesinados en el atentado del aeropuerto del jueves en Kabul.
Biden y su esposa, Jill, «se reunirán con las familias de los miembros del servicio estadounidense caídos».
La Casa Blanca anunció este domingo por la mañana un cambio en la agenda del presidente e informó de que ya está de camino a Dover, donde él y la primera dama, Jill Biden, también tienen previsto reunirse a puertas cerradas con las familias de los soldados fallecidos.
La base aérea de Dover (Delaware) es la encargada de recibir los restos mortales de los soldados estadounidenses que mueren en el extranjero desempeñando su misión.
Los restos mortales suelen llegar en un ataúd envuelto en una bandera estadounidense, el cual es transportado por miembros de las Fuerzas Armadas desde el avión hasta un coche fúnebre, en presencia de los familiares de los fallecidos.
La ceremonia tiene lugar en silencio y, normalmente, lo único que se escucha son las oraciones de un sacerdote.
Los fallecidos en el atentado de Kabul tenían entre 20 y 31 años, aunque la mayoría de ellos estaba en la veintena, según reveló el Pentágono el sábado.
Entre los fallecidos figuraba un marine de 20 años de Wyoming que iba a ser padre en tres semanas.