LA HABANA.- El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, se despidió hoy de La Habana y regresó a su país tras cursar unahistórica visita a Cuba, donde certificó la nueva era de relaciones con la isla, con la reapertura formal de la embajada estadounidense y el izado de la bandera de las barras y estrellas.
En apenas diez horas de estancia en Cuba, John Kerry desarrolló una apretada agenda en La Habana donde encabezó la ceremonia oficial de apertura de la Embajada de EE.UU. en La Habana, el acto que faltaba para culminar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, que quedaron restauradas el pasado 20 de julio.
Después de 54 años de ruptura diplomática, las barras y estrellas de la bandera estadounidense ondean de nuevo frente a la sede diplomática de EE.UU. que desde hoy luce ya en su fachada el rótulo con su nombre oficial como embajada junto al escudo de ese país.
Antes del izado de la enseña, Kerry pronunció un emotivo y conciliador discurso, con algunas frases en español, donde se declaró feliz de estar en La Habana viviendo «una jornada para dejar a un lado viejas barreras y explorar nuevas posibilidades».
No obstante, Kerry advirtió que el gobierno de EE.UU. mantiene su convicción de que una «democracia genuina» en la que el pueblo pueda «elegir libremente a sus gobernantes» es la mejor opción para los cubanos, aunque admitió que es a los cubanos a quienes corresponde «definir su futuro».
Tras ese acto, el secretario de Estado de EE.UU. se reunió con el cardenal Jaime Ortega, y posteriormente se desplazó hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores para sostener conversaciones oficiales con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, con quien después compareció en conferencia de prensa.
Kerry y Rodríguez anunciaron que ambos países crearán una comisión bilateral para definir los temas que abordarán en adelante, en el proceso para la normalización plena de relaciones.
El próximo 10 y 11 de septiembre una delegación de funcionarios estadounidenses viajará a La Habana, con el encargo de trazar una hoja de ruta que permita dar los pasos para «pasar a otro nivel» en los vínculos bilaterales.
El espinoso tema de los derechos humanos estuvo muy presente en la visita de Kerry, quien se reunió por la tarde con disidentes del Gobierno cubano, en otro acto de izado de bandera celebrado en la residencia del encargado de negocios de EE.UU. en Cuba, Jeffrey DeLaurentis.
Algunos opositores cubanos invitados a ese encuentro privado declinaron acudir, molestos por la decisión de EE.UU. de no invitar a la disidencia a la ceremonia formal de reapertura de la embajada que se celebró por la mañana.
Fue el caso de la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y del director del espacio crítico Estado de Sats, Antonio González Rodiles.
Kerry también tuvo tiempo para hacer un recorrido por La Habana Vieja guiado por el historiador de la ciudad, Eusebio Leal, y para visitar «Finca Vigía», la casa donde residió el célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway.
John Kerry es el primer secretario de Estado de EE.UU. que ha visitado Cuba desde 1945.