SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El abogado Julio Cury volvió a responderle a su colega Marino Vinicio Castillo (Vincho), quien en entrevista aparecida en un periódico matutino de hoy cuestionó la imparcialidad de la anterior Suprema Corte de Justicia (SCJ) en el conocimiento del caso Biwater, y dijo que el contrato que dicha empresa suscribió con el ingeniero Marcelo Abreu establecía que las disputas en torno a su cumplimiento se ventilarían ante los tribunales de Gran Bretaña.
Al comparecer al programa Pantalla Abierta que se transmite por el canal 37, Cury aseguró que es “falso de toda falsedad” que el contrato contemplase la derogación de la competencia territorial de los tribunales dominicanos, como sustentó el funcionario.
Expresó también que Castillo es, como profesional del Derecho, un auxiliar de la justicia en la interpretación y aplicación de las leyes, y tiene derecho a estar en desacuerdo con el criterio sentado por la Suprema Corte no solo en el caso Biwater, sino también en el de Ramón Báez Figueroa y de los demás que haya tenido o no a su cargo.
Le recordó al funcionario que los fallos con autoridad irrevocable de la cosa juzgada “constituyen una presunción absoluta de la verdad jurídica, y consecuentemente, los hechos comprobados y el derecho reconocido en esas sentencias no pueden ser cuestionados”.
Dijo que insinuar que Biwater fue víctima de extorsión en la Suprema Corte, como denunció el señor Castillo en la edición del Listín Diario de la fecha, es una “ligereza muy temeraria”.
A juicio de Cury, el presidente de la Comisión de Ética está “dominado por una obsesiva sed publicitaria que lo empuja a recurrir a toda clase de artificios para emerger en primer plano sin detenerse a calcular el perjuicio de ocasiona”. Dijo asimismo que Castillo se ampara en “discutibles criterios moralistas” para cuestionar el contrato de consultoría que la Biwater suscribió con el empresario Marcelo Abreu.
Cury, que pertenece al Consejo de Asesores del Hipólito Mejía, consideró que si Vincho Castillo “carece de coraje para asumir, como ministro de la Ética, su cuota de responsabilidad en el adecentamiento de la administración pública, porque ha preferido colocarse de espalda a la gala de corrupción gubernamental a que estamos asistiendo, entonces debería al menos reprimir la febrilidad de su imaginación y desistir de exhibir a Biwater como víctima de extorsión de la Justicia, ni de ningún funcionario del período 2000-2004, ni de nadie”, puntualizó.