Estados Unidos.- La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, se negó a comentar el jueves los dos autobuses de migrantes sudamericanos que llegaron de Texas a su residencia en Washington, informa Fox News.
Aproximadamente 100 migrantes, principalmente de Venezuela, que fueron recogidos en Eagle Pass, arribaron cerca de la puerta de guardia principal del Observatorio Naval poco antes de las 7:00 (hora local) el 15 de septiembre, días después de que la vicepresidenta insistiera en que «la frontera es segura» pese a que diariamente miles de inmigrantes indocumentados llegan a territorio estadounidense desde México.
El jueves por la mañana, cuando la vicepresidenta salió de la Sala Este de la Casa Blanca después de participar en un discurso, un reportero le pidió comentarios sobre la reciente llegada de migrantes cerca de su residencia. Harris simplemente miró al reportero y siguió caminando sin responder.
En julio, varios condados de Texas declararon una emergencia ante lo que califican como una «invasión» de migrantes. En los últimos meses, el gobernador del estado, Greg Abbott, amplió su estrategia de enviar inmigrantes a Washington, Nueva York y Chicago, todas ciudades dirigidas por alcaldes demócratas. Abbott argumenta que las ciudades fronterizas en Texas están abrumadas, y que aquellos en el poder esas otras grandes urbes deberían enfrentar las realidades de la crisis.
La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, acusó a Abbott de dar aviso a Fox News sobre la llegada del autobús, pero no de discutirlo con el Departamento de Seguridad Nacional o la ciudad de Washington.
Por su parte, el gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, calificó las acciones de Texas como «una proyección despiadada de la política sobre las personas». «Mientras otros estados tratan a estas familias como fichas intercambiables, en Illinois serán tratadas como seres humanos«, enfatizó Pritzker, declarando el estado de emergencia para brindar apoyo logístico a ciudades como Chicago, que atienden a los recién llegados.
No obstante, Abott indicó el jueves que no daría marcha atrás. Según el gobernador, Texas continuará enviando migrantes a ciudades santuario como Washington, hasta que Biden y Harris «den un paso adelante y hagan su trabajo para asegurar la frontera».