Durante su comparecencia en el “Diálogo Libre” que todos los lunes publica el matutino Diario Libre, su invitado en la ocasión, el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, anunció el propósito de poner en práctica un plan piloto de atención primaria, que en primera fase abarcaría unos trescientos centros. El anuncio de su propuesta ha generado diversas reacciones críticas entre varios de los principales especialistas del tema.
El principal arquitecto del Sistema de Seguridad Social y su primer Gerente General, Arismendi Díaz Santana, la llega a calificar de “un caramelito” para calmar a los sectores que han venido reclamando insistentemente la implementación de la atención primaria, que figura como uno de los objetivos de la Ley 87-01, y a cuya implantación se hallan opuestos fuertes intereses económicos empeñados en mantener un modelo de salud curativo en vez de preventivo.
Otra opinión de peso es la del conocido cardiólogo Bernardo Defilló. Vinculado de siempre a todo esfuerzo tendente a elevar la calidad de los servicios de salud en el país y quien fue, por su parte, el primer Superintendente de Salud de la Seguridad Social, advierte que sin la atención primaria no puede existir un sistema equilibrado ya que el mismo es su piedra angular. Al calificar el actual sistema de salud de “manipulado y obsoleto”, considera que desde el punto de vista económico el gobierno debiera pensar más en lo que se ahorraría el país implementando el modelo de Atención Primaria que lo tendrá que invertir en su puesta en marcha.
En este sentido, el estimado de costo ofrecido por el Ministro Sánchez Cárdenas en la antes mencionada comparecencia en el “Diálogo Libre” para ejecutar el propuesto plan piloto sería de unos 600 millones de pesos mensuales. No obstante resultar una cifra elevada, mucho mayor se considera que resultaría el ahorro al reducir de manera significativa la nutrida asistencia de pacientes que al presente invaden los salones de consulta de los hospitales públicos y de los especialistas, de dolencias leves que no lo ameritan y pudieran en su gran mayoría atendidas en los centros primarios de salud.
Como valor agregado se sumaría la disminución del gasto derivado del modelo de aplicación preventiva que contribuiría a mejorar los niveles de salud de la población, y por consiguiente ocasionaría mucho menores costos de consultas, internamientos y procedimientos que en tal caso resultarían innecesarios o mucho menos frecuentes.
Por su parte, el cardiólogo Fulgencio Severino, quien ha sido un cercano y continuo seguidor del tema advierte que podría ser otra oportunidad de negocios de tantos que se están efectuando en medio del presente momento electoral. A su juicio, habría que definir de qué plan piloto es la propuesta, cuál es el per cápita y cuales los límites territoriales en los cuales se aplicaría.
A dieciocho años de haberse promulgado la ley de Seguridad Social, si bien debido precisamente a la confluencia de intereses diversos que concurren en el área de salud, los conflictos a que dieron lugar y la dificultad en armonizarlos, esta no entró en vigencia hasta cuatro años más tarde, los centros de atención primaria que figuran en la misma como una pieza clave del sistema aún constituyen un modelo de salud preventiva pendiente de implementación, donde al parecer encuentra el obstáculo hasta ahora insalvable de fuertes y poderosos intereses.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email