SANTO DOMINGO.- Los Pandora Papers representan una crisis de reputación para importantes personalidades del mundo.
Lo espectacular está en los miles de papales consultados y la intervención de más de 600 periodistas.
Pero lo más trascendente es la vinculación con el ocultamiento de riquezas, la arquitectura financiera para la elusión.
En lo que concierne a la República Dominicana, tanto el presidente Abinader como el Ministro Paliza, mencionados en los Pandoras Papers, deben ser aislados del montón.
Me explico: La investigación de los colegas periodistas, para mí un esfuerzo extraordinario por la libertad de información, no deja de ser una pesca con chinchorro.
En otras palabras, todos los peces han caído en un mismo saco, pero todos los peces no son iguales.
Ni Abinader ni Paliza han ocultado nada, pues registran todo en las declaraciones juradas de bienes.
Aunque no es mencionado Los Pandora Papers, recuerdo que en su declaración jurada, el ministro de Hacienda, Jochy Vicente, identificó valores depositados en exterior. En los tres casos hubo un ejercicio de transparencia.
En el plano internacional, más que en el local, Abinader debe meditar sobre la pertinencia de limpiar su nombre, separar el trigo de la paja y establecer que su caso no es similar al de otros. El madatario tiene ahora mismo una huella digital desfavorable, que opera como un pasivo reputacional.
Finalmente, repatriar activos financieros y registrarlos aquí, puede ser una señal de confianza en el país, sobre todo se si está al frente de la administración pública haciendo que las cosas cambien. Es para pensarlo.