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19 Abril 2024

La columna de Miguel Guerrero: Variaciones sobre un tema (1 de 2)

Miguel Guerrero.

Miguel Guerrero.

El manto de miseria que envuelve a millones de personas es un fardo pesado sobre el prestigio del sistema democrático. Es preciso equiparar la marcha en el campo del desarrollo económico y social, con las conquistas en el ejercicio democrático. Tantos niños en completa indigencia, desamparados, desprovistos de alimentación, escuelas y viviendas no reflejan las virtudes del sistema.

La pobreza, con su enorme secuela de desmoralización y desequilibrio social, es una espina clavada en las entrañas de la democracia.

La corrupción, el saqueo del patrimonio público, hace que los bienes comunes sean sólo usufructuados por un puñado de privilegiados adheridos al poder político.

Cambios dramáticos, profundos si se quiere, son indispensables a breve y mediano plazos, para preservar los logros alcanzados en el ejercicio de los derechos individuales.

Protegidos por una especie de paraguas de bienestar material, muchos dominicanos suelen abstraerse de la realidad ignorando el peligro que esta situación de desequilibrio social significa para la estabilidad futura de la nación.

Con carácter de urgencia, es necesario darle sustancia a la democracia. Hacerla más atractiva al común de la gente que sólo sabe de sus ventajas por referencias de políticos y grupos de presión surgidos a su amparo.

La libertad es el don más sagrado de que puede ser dotado un ser humano y la vida plena es inconcebible sin esta. Pero aún las libertades significan poco en sí mismas, para aquellos que apenas las disfrutan para morir o padecer, dentro de un universo lleno de limitaciones materiales sin perspectivas de progreso.

Para preservar la democracia es precio mejorar las condiciones de gente que vive virtualmente ajena al desenvolvimiento económico, sin acceso seguro a las fuentes de empleo y riquezas que genera la actividad productiva.

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@GuerreroMiguele

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