“la Esperanza”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Siempre he dicho que la esperanza es lo último que se pierde. Yo siempre llevo el si en una mano y el no en la otra. Me dicen que si me van a dar lo que pedí, y gano, me dicen que no me van a dar lo que pedí y gano también, porque lo único que pierdo es el tiempo de pedir. De las dos formas gano. Lo malo es que no pidiera, ahí si lo pierdo todo.

La esperanza es el arma que nunca debemos dejar de la mano, tenemos que trabajar allí, donde parece que no hay remedio. Un proverbio dice que hay en el mundo cosas más fuertes que las otras, y ella son:

Lo más fuerte serían las montañas, pero el hierro es más fuerte que ellas, porque las deshace a todas.

El fuego es más fuerte que el hierro, porque él lo funde.

El agua es más fuerte, porque él apaga al fuego.

Las nubes son más fuertes, porque agarra el agua y se apoderan de ellas.

El viento es más fuerte que las nubes, porque las disipa todas.

El hombre es más fuerte que el viento, porque camina contra él y lo vence.

El vino aturde al hombre a pesar de ser inteligente.

El sueño es más fuerte que el vino, porque hace que sus efectos desaparezcan.

La tristeza ahuyenta el sueño, impide conciliarlo.

Pero la esperanza en Dios vence la tristeza, por eso es la más fuerte del mundo y de todo.

Los dejo con este Versículo 15, del Capítulo 13, de la Carta de San Pablo a los Romanos que dice:

“Que Dios de fuente de toda esperanza, os conceda esa fe que da frutos de alegría y paz, y así os sintáis cada día más esperanzados gracias al poder del Espíritu Santo.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.