FRANCIA.- Una doble fractura, física y social. Eso es lo que ofrece «La fracture», la película que presentó este sábado en competición la francesa Catherine Corsini, una historia coral que se desarrolla en un hospital en una noche de especial violencia de la policía contra los «chalecos amarillos».
Valeria Brui Tedeschi, Marina Fois, Pio Marmai o Aissatou Diallo Sagna -una enfermera que debuta en el cine con esta película- son algunos de los nombres que protagonizan una película que tienen más interés por lo que cuenta que por cómo lo cuenta.
La idea de Corsini era «hablar de un mundo de hoy cada vez más fracturado», como señaló en rueda de prensa, en la que recordó que cuando tenía 18 años estaba comprometida socialmente, llena de sueños y muy idealista. «Ahora vamos a dejar a nuestros hijos un mundo de mierda, podrido», afirmó vehemente.
Por eso consideró que, como cineasta, lo mejor que podía hacer era un filme y decidió introducir elementos de humor para no parecer didáctica.
En «La fracture» se cruzan las historias de Raffaella (Bruni Tedeschi) y Julie (Fois), una pareja al borde de la ruptura; la de Yann (Marmai), un camionero y «chaleco amarillo» herido en una manifestación, o la de Kim (Diallo Sagna), una dedicada enfermera que trabaja en un hospital público en un estado desastroso por los recortes económicos.
Diallo Sagna fue la más combatiente en la rueda de prensa y aseguró que lo que ella interpreta en la película son cosas que le han pasado como enfermera: falta de material, personal escaso, pacientes agresivos, esperas eternas en urgencias por saturación..
«Represento a los enfermeros de Francia y de todo el mundo», que ya sufrían problemas antes y cuya situación «ha empeorado por la pandemia», resaltó.
Si pudiera, aseguró, «se lo diría a Macron (Emmanuel, el presidente francés). Conoce la situación, ha visitado hospitales y sabe perfectamente lo que pasa pero tras sus visitas no hay cambios».
Al respecto, Corsini señaló que quería mostrar al personal del hospital como son en realidad, a veces atentos, a veces desagradables, desbordados casi siempre.
En Francia, explicó, hay una sanidad pública que garantiza la atención para todos, pero lleva en crisis desde hace años, en huelga para reclamar más y mejores medios.
«Durante la pandemia aplaudimos a los médicos pero hemos parado y la crisis continúa y las condiciones difíciles siguen, con salarios de miseria», agregó.
Y eso es lo que quería mostrar en una película que se desarrolla en su mayor parte en los servicios de urgencia de un hospital público, rodeado por la policía que persigue a las personas que han participado en una manifestación de «chalecos amarillos».
A imagen de los disturbios que ocurrieron el 1 de diciembre de 2018 en París, como explicó Corsini, que aquel día sufrió una fractura de codo cuando se dirigía a cenar a casa de unos amigos, algo que en la película le ocurre al personaje de Bruni Tedeschi.
La actriz franco italiana señaló que su personaje es tan diferente y tan similar a ella como cualquier otro que interpreta porque siempre pone algo de sí misma en cada papel.
«Cosas que he vivido, soñado o imaginado», precisó Bruni Tedeschi, que aseguró que para ella interpretar a un personaje y no ser ella es como tomarse unas vacaciones. «Es maravilloso no ser yo» por un momento, dijo la actriz, provocando las risas de los periodistas.
Pero se puso seria cuando regresó a la historia que cuenta la película y, sobre todo, al hecho de que «este año y medio que hemos vivido no ha servido para transformar totalmente, no solo un poco», la sociedad actual.
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