REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La Iglesia católica de Costa Rica anunció este miércoles que alcanzó una conciliación con cuatro víctimas de delitos sexuales por parte del exsacerdote Mauricio Víquez, quien fue condenado en 2022 a 20 años de prisión por violación y abuso sexual contra menor de edad.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica emitió un comunicado en el que indica que «se ha llegado a un acuerdo tomando en cuenta las posibilidades procesales que da la ley y que es satisfactorio a todas las partes» y recalcó que el contenido del acuerdo está sujeto a una cláusula de confidencialidad.
Con esto, se pone fin a procesos que estaban en curso por demandas civiles interpuestas contra la Iglesia católica por cuatro víctimas del exsacerdote Víquez.
«La problemática de abusos sexuales a menores es una dramática situación de la sociedad. La Iglesia lamenta que se hayan presentado casos en contextos eclesiales y trabaja activamente por la prevención, con el fin de ofrecer ambientes seguros», indica el comunicado.
El 30 de marzo de 2022 el tribunal penal de la localidad de Desamparados, San José, condenó a 20 años de prisión a Víquez por violación y abuso sexual contra un menor de edad, delitos que cometió en el año 2003 cuando era sacerdote de la iglesia San Juan Bautista, en la localidad de Patarrá, Desamparados.
Sobre Víquez hay también denuncias de otros tres hombres, para un total de 61 presuntos delitos sexuales contra menores de edad.
Costa Rica cuenta desde mayo de 2021 con una Ley de Derecho al Tiempo, la cual amplió el plazo de prescripción de los delitos sexuales hasta 25 años después de que la víctima cumple la mayoría de edad.
La defensa de Víquez insistió durante todo el proceso en que las causas están prescritas porque la Ley de Derecho al Tiempo entró en vigencia después de que fuera acusado.
El exsacerdote salió de Costa Rica en enero de 2019 tras haber sido denunciado penalmente en octubre de 2018 por violación contra un menor de edad.
Un juzgado penal de Costa Rica emitió el 19 de febrero de 2019 una orden de captura internacional y en agosto de ese año Víquez fue detenido en la localidad de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, México, tras una investigación conjunta entre las autoridades costarricenses y mexicanas.
En mayo de 2021, el exsacerdote fue extraditado desde México.
Víquez fue expulsado de la Iglesia católica en febrero de 2019 tras salir a la luz su caso y luego surgieron otra serie de denuncias contra sacerdotes por abusos y violación de menores en Costa Rica, lo cual generó una crisis dentro de la Iglesia ese año.
En Costa Rica, país de 5 millones de habitantes, de mayoría católica y donde esta religión está estipulada como oficial en la Constitución Política de 1949, la crisis obligó a la Iglesia a pedir perdón en dos ocasiones por los delitos sexuales cometidos por sacerdotes, y a comprometerse a dar mayor prioridad a la atención de las víctimas en casos similares.