REDACCIÓN.- Las actividades se ralentizaron este viernes en el área metropolitana de Puerto Príncipe debido al cierre de universidades, colegios y otras instituciones católicas que exigen la liberación de los religiosos secuestrados por la banda armada 400 Mawozo.
Al mediodía de este viernes se tocaron las campanas de todas las parroquias católicas de la capital haitiana y se hizo la adoración de los santos sacramentos.
Esta jornada supuso el término de una paralización de tres días asumida por la Iglesia católica para protestar contra los secuestros en el país.
Durante los dos primeros días, los sacerdotes celebraron misas «por la liberación de los secuestrados, su conversión y por la liberación de Haití», según una nota de los obispos católicos.
Este jueves, un religioso y dos monjas que estaban entre los nueve rehenes fueron liberados por los bandidos armados. Dos religiosos franceses continúan en el grupo de los plagiados.
En esta semana, la prensa local ha informado de al menos 10 casos de personas secuestradas en Haití. Los familiares y allegados de las víctimas han pedido por la radio a los bandidos que los liberen.
El secuestro de los religiosos, el pasado 11 de abril, precipitó la dimisión del primer ministro, Joseph Jouthe, quien fue sucedido por su hasta entonces canciller, Claude Joseph.
Desde finales de 2019, Haití se enfrenta a una ola de secuestros sin precedentes en toda su historia, puesto que esos delitos se producen a diario y todos los grupos de la sociedad son víctimas de ello, ante la impotencia de las autoridades.
Haití vive una profunda crisis política, económica y social, que se ha manifestado en el aplazamiento de elecciones, en el aumento de la inseguridad alimentaria y en la emigración de miles de personas.
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