Los Ángeles.- La inmigración se ha convertido en el tema y problema más importante para los estadounidenses, por encima del manejo del Gobierno y de la economía, según reveló la última encuesta de Gallup publicada este martes.
El sondeo realizado del 1 al 20 de febrero encontró que el 28 % de los estadounidenses nombraron la inmigración como el principal problema del país, lo que representa un salto de 8 puntos con respecto a enero pasado, cuando el 20 % de los encuestados creía que era el asunto más relevante.
La inmigración no figuraba como el tema principal entre los estadounidenses desde julio de 2019 en la encuesta mensual realizada por Gallup.
En enero pasado, el problema principal para el 21 % de los encuestados fue el manejo del Gobierno, pero este mes ocupa el segundo lugar, con un 20 % de los encuestados partidarios de esta opción.
En tercer lugar de importancia se encuentra la economía, con el 12 %, la misma cifra de enero pasado.
Los republicanos siguen siendo los que más empujan la balanza hacia la inmigración. En febrero, el 57 % de los republicanos dijo que la inmigración era el principal problema, frente al 37 % en enero.
Los independientes muestran un repunte, del 16 % en enero al 22 % de este mes, mientras que no ha habido cambios significativos entre los demócratas (del 9 % en enero al 10 % en febrero).
Los residentes del Este (36 %) y del Sur (31 %) de EE.UU. son más propensos a considerar la inmigración como el mayor problema de Estados Unidos, frente a los que viven en el Medio Oeste (25 %) y el Oeste (22 %).
La encuesta también arrojó que el 55 % de los estadounidenses dice que “el gran número de inmigrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos” son una amenaza crítica para los intereses vitales de Estados Unidos.
El porcentaje supone un récord con respecto al año pasado, cuando el 47 % de encuestados opinaron lo mismo. El máximo anterior fue del 50 % en 2004.
La encuesta se reveló a dos días de que el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump coincidan en sendas visitas a la frontera entre Texas y México, en Brownsville y Eagle Pass, respectivamente, para tratar el tema migratorio como parte de sus campañas rumbo a las elecciones presidenciales de noviembre próximo.