Una encuesta reciente revela que la tasa de rechazo del candidato del Partido Revolucionario Dominicano es la más baja de todos los aspirantes a la presidencia de la República, después de haber sido la más alta hace poco más de un año, colocándose, por mucho, en primer lugar en la preferencia del electorado, lo que constituye un fenómeno inexplicable para estudiosos de las ciencias sociales.
Esa misma encuesta coincide con otras que aseguran que el candidato presidencial del PRD ha logrado unificar en más de un 95% la dirigencia alta, media y baja de su partido. Y lo que pocos saben: El 98% de los militantes y dirigentes del PRD aseguran que votaran por Hipólito Mejía; en tanto que en el Partido de la Liberación Dominicana ese porcentaje ronda el 80%. El estudio de mercado electoral dice que si la dirección del Partido Reformista decide apoyar al candidato del gobierno, más de la mitad de sus miembros votaría por Hipólito.
Estos datos demuestran que el candidato a la presidencia de la República que más respaldo ha logrado dentro y fuera de su partido, es Hipólito Mejía.
Los resabios de algunos dirigentes del PRD, después de una lucha interna tan dura, tan intensa y tan costosa, son normales, y deben verse como parte del proceso de la disputa política. Cuando Miguel Vargas ganó la nominación presidencial no quería que “Hipólito y su gente” participara en la campaña electoral. Tampoco quería utilizar los símbolos del partido, ni la imagen del líder Peña Gómez. Fu al final, casi a regañadientes, y porque las encuestas y los asesores lo aconsejaban, que Hipólito, con gusto, se sumó a la campaña haciendo proselitismo y buscando dinero entre amigos.
Cuando Leonel Fernández se impuso en la convención del PLD mediante un fraude y el uso de los recursos del Estado, según dijo el propio Danilo Medina, éste no se integró a la campaña. Nadie vio a Danilo en un vehículo, en una caminata, en un mitin, en una foto, ni en ningún lugar público, a Danilo con el candidato de su partido durante toda la campaña del 2008. ¡Danilo sencillamente desapareció del mapa político! No hubo integración, como no la hay ahora más que en la radio, en la televisión y en los periódicos.
La integración del PRD ahora es mayor que la del pasado cuando se enfrentaron Juan Bosch y Juan Isidro Jiménez Grullon, Bosch y Peña, Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco, Jacobo y Jorge Blanco, Peña Gómez y Majluta, que hasta dividieron el partido.
Hipólito es un hombre por naturaleza concertador. Lo demostró cuando ganó con más de un 70% en la convención que lo proclamó por primera vez candidato presidencial. Ahora de nuevo logra unificar al PRD como no lo hizo nadie nunca.
En los diferentes organismos de la campaña electoral he visto sumados a la lucha por alcanzar el poder a Neney Cabrera, Chú Vásquez, Geanilda Vásquez, Orlando Jorge Mera, Andy Dahuajre, Príamo Ramírez, Alfredo Pacheco, Kalil Michel Presbot, Milagros Ortiz Bosch, Emmanuel Esquea Guerrero, Vicente Sánchez Baret, Andrés Bautista, Janet Camilo, Peggy Cabral, Roberto Rodríguez, Guido Gómez Mazara, Tony Peña, Mario Torres, Cesar Díaz Filpo, Jaime Aristy Escuder, Nelson Arroyo, Tavito Suberví, Ulises Rodríguez, Eligio Jaques, Fausto Ruiz, Jeannette Bournigal , Tony Echavarría, Eugenio Cedeño, Leyvin Guerrero, Tony del Villar, Ernesto Fabré, Ramón Bueno, Pedro Alegría, Chacho Landestoy, entre muchos otros. Más del 95% de los diputados están trabajando con Hipólito. En las provincias y municipios la unidad es casi total.
En fin el PRD está más unido que nunca alrededor de la candidatura de Hipólito Mejía. El PRD quiere ir al poder. Por encima de los resabios pequeñoburgueses, de las malquerencias, de los pactos secretos con el gobierno, del transfuguismo y la compra barata de dirigente, el PRD, con Hipólito a la cabeza, ganará las elecciones de mayo. ¡Que a nadie le quepa la menor duda!