La Intervención ilegal, de Isidro J. Ordena

De manera prácticamente unánime lo más representativo de la intelectualidad latinoamericana condenó en su momento la invasión armada de los Estados Unidos a la República Dominicana en 1965, grito al que se unieron periodistas, escritores y académicos de la misma potencia del norte, cuyo gobierno argumentó que no tenía otro interés que no fuera “salvar vidas y propiedades”, evitándole al hemisferio una nueva Cuba, donde Fidel Castro consolidaba su régimen comunista.

De manera prácticamente unánime lo más representativo de la intelectualidad latinoamericana condenó en su momento la invasión armada de los Estados Unidos a la República Dominicana en 1965, grito al que se unieron periodistas, escritores y académicos de la misma potencia del norte, cuyo gobierno argumentó que no tenía otro interés que no fuera “salvar vidas y propiedades”, evitándole al hemisferio una nueva Cuba, donde Fidel Castro consolidaba su régimen comunista.

Entre esos intelectuales se destacó el argentino Isidro J. Ordena, periodista, abogado, empresario y político argentino, autor del libro La Intervención ilegal en Santo Domingo, editado recientemente en el país por la Academia Dominicana de la Historia. Se trata de un estudio sociohistórico sobre el acontecer dominicano en el contexto caribeño a partir del triunfo de la Revolución Cubana, el asesinato del dictador Trujillo, el derrocamiento del primer gobierno democrático encabezado por Juan Bosch hasta la segunda ocupación norteamericana al país en el siglo XX.

Ordena demuestra la ilegalidad de la intervención a la luz del Derecho Internacional, censurando la complicidad de la Organización de Estados Americanos (OEA), al frustrar el esfuerzo de los militares constitucionalistas para imponer el retorno a la democracia. El libro es reiterativo en que la intervención fue motivada en una falsa percepción de los norteamericanos sobre la realidad latinoamericana, donde el enemigo no era el comunismo sino la gran pobreza material y espiritual de sus pueblos.

Con la intervención, dice, volvieron a enfrentarse David y Goliat, con la vergüenza histórica de que el gigante “cogió piedra para el más chiquito”, expresión esta última muy dominicana. En la presentación Bernardo Vega, presidente de la Academia, valora el prólogo del ex presidente argentino Arturo Frondizi, y resalta el juicio de Ordena cuando expresa que la Intervención de Abril de 1965 “le ha significado a Estados Unidos la mayor pérdida de prestigio exterior desde el Fin de la Guerra Mundial”.