x

La ira al conducir

Escuchar el artículo
Detener

Ray-Ortega-NuevaUn cordial saludo a todos mis queridos lectores, esperando se encuentren bien de salud.

He llegado de la ciudad de Miami, donde me pase dos meses vacaciones, pude apreciar que no era como antes cuando ye llegue en 1961. Hay muchos más hispanos que cuando yo llegue, y sobre todo el tráfico vehicular se puesto horrible. Bueno eso pasa en todos los países de habla hispana. Mi esposa y yo vivimos en Republica Dominicana, les comento que el manejar aquí, es un duelo, hay un millón de motocicletas las cuales te salen de todos lados y cuando menos te lo piensas. Bueno tú que me lees si has conducido aquí, sabes lo que te estoy hablando.

He conocido personas que son educadas, cordiales y finas, y cuando se sientan detrás del timón y comienzan a conducir cambian drásticamente su personalidad, bueno, no es que la cambian, es que la gente te la hace cambiar, y es que en nuestro país, muchos de los que conducen saben conducir, pero no tienen licencia para hacerlo y la gran mayoría no saben las reglas del trafico, o solamente no las quieren cumplir. Para no convertirme en excepción, tengo que poner el burro delante para que no se espante, decíamos en mi país. Tengo que confesarles que a veces me ha ocurrido lo mismo, pero gracias a Dios me pasa rápido y las cosas se me olvidan.

A la gran mayoría de nosotros los seres humanos nos gusta andar a velocidad sobre todo en nuestras autopistas, sobre todo adelantándose y cortándote delante de ti, y sin poner una señal que indica que te vas a pasar de línea. Muchas veces para no pegarle al otro automóvil tenemos que frenar.

La Biblia en el Capitulo 9, Versículo 20 dice lo siguiente: El que conduce el carro ha de ser Jehú, hijo de Nimsi, pues lo hace como un loco, y yo te pregunto a ti que me lees, ¿Te has parecido alguna vez en tu vida a Jehú, yo si tengo que confesarte que en algunas ocasiones me he parecido a él.

Nunca podre olvidar una persona que venía distraída con su teléfono inteligente por la Avenida 27 de Febrero y casi que me choca a mí, pues se paso de línea, esas personas que conducen alocadamente son emisarios del peligro. Y lo más hermoso fue que se disgusto cuando le toque la bocina de mi automóvil para advertirle que se estaba saliendo de su carril. Hay muchas personas que se enfurecen y se ponen histéricas perdiendo así su verdadera identidad, esa que les cuento fue una persona de esas.

Lo primero que debemos aprender es que no siempre las cosas salen como queremos. Yo siempre he dicho que si quiero llegar a tiempo un lugar, salgo con tiempo, porque el que va a todas partes apurado, va a llegar al cementerio primero que yo.

Tenemos que tener en cuenta primero que somos cristianos, si por cristiana naturaleza soy cortes, atento y educado ¿Cómo puedo permitir que otro que maneje mal, que carezca de educación y que sea desvalorizada su actuación se me atraviese en el camino y acabe con mis principios?

Recuerdo las sabias palabras del Apóstol San Pablo y con estas me despido pidiéndoles que las mediten: “Cuando yo era niño, hablaba como un niño, pensaba como niño, y razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño”.

El problema es que nosotros queremos seguir siendo niños.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

Comenta con facebook
Recientes
Contenido más reciente en Noticias SIN

Aumentan a 22 los muertos en sur de México por el huracán John tras sumarse seis víctimas

Líderes caribeños transmiten su preocupación por crisis climática, la delincuencia y Haití

Al menos cuatro muertos y miles de afectados por las intensas lluvias en Honduras

Harris promete mantener las restricciones al asilo si gana la presidencia de EE.UU.

Difunden en redes dramáticas imágenes de las devastaciones del huracán Helene

En Nueva York dominicanos listos para ejercer su voto en elecciones de Estados Unidos

Rapero «Diddy» enfrenta nueva demanda por abuso sexual de mujer que presuntamente quedó embarazada

Reconocen a Samir Saba por sus 27 años de carrera, en los Hispanic Celebrities Awards