SANTO DOMINGO.- Con dos años de ausencia del béisbol estadounidense, Hanley Ramírez busca la oportunidad de regresar a las Grandes Ligas mostrando lo que aún puede hacer en el terreno de juego, mientras milita con los Tigres del Licey en el campeonato de béisbol invernal dominicano.
La puerta que necesita Ramírez para conseguir dicho objetivo podría abrirse con la implementación del bateador designado universal en las Grandes Ligas.
Hanley, con 15 años de experiencia en las Grandes Ligas, busca utilizar la vitrina que proporciona la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom), para llamar la atención de los equipos de la principal liga de béisbol de los Estados Unidos.
El pelotero de 34 años ha tenido un buen inicio de temporada con el conjunto azul, logrando un promedio de bateo de .310 con cuatro carreras anotadas y cuatro empujadas en ocho encuentros.
Aunque aún no ha conectado cuadrangular, Ramírez le ha estado pegando con contundencia a la pelota, como lo evidencian los tres dobles y un triple que ha logrado hasta el momento, incluso en ocasiones en las que ha fallado, como el fin de semana cuando fue víctima de dos buenas atrapadas en la antesala, luego de buenos contactos con la esférica.
Ramírez se ha desempeñado como bateador designado e inicialista, pero la realidad es que su defensa no es su principal carta de presentación, por lo cual sus oportunidades de jugar se direccionan principalmente a fungir como bateador.
En el béisbol de las Grandes Ligas, el bateador designado está establecido en la regla 6.10, la cual fue adoptada por la Liga Americana en 1973, que permite la utilización de un jugador solo en la ofensiva, en el lugar que ocuparía el lanzador en la alineación, a diferencia de la Liga Nacional, donde los serpentineros deben ocupar un turno en el orden al bate.
En las actuales negociaciones, la Asociación de Jugadores y la MLB tratan el tema de implementar el bateador designado en ambas ligas de manera definitiva, como ocurrió en la temporada recortada del 2020, cuando los equipos de la Nacional aceptaron poner un jugador de ofensiva, en el turno del lanzador.
De aplicarse esta regla en el mayor de los circuitos, como es conocida la Liga Nacional, los 15 equipos que la conforman necesitarían un jugador para ocupar dicha posición, lo que podría abrir las puertas para que un bateador como Ramírez pueda regresar a las Grandes Ligas.
En su paso por las mayores, Ramírez ha jugado en 178 paridos como bateador designado, en los cuales acumula promedio de bateo de .265 con 34 jonrones y 109 carreras impulsadas, números que muestran que cuenta con la experiencia para desempeñar dicha posición.
La temporada apenas comienza y Ramírez deberá continuar respondiendo con el madero hasta convencer a la gerencia de un equipo de MLB y lograr su objetivo de volver a las Grandes Ligas.