LOS ÁNGELES.- Lynne Spears, la madre de Britney Spears, ha solicitado a la Corte Superior de Los Ángeles que su hija pueda escoger a un abogado para que represente sus intereses en la tutela legal que controla su vida desde hace 13 años.
En una solicitud entregada el pasado 1 de julio y publicada este miércoles, la madre afirma que Britney ha sido capaz de «cuidarse a sí misma» durante los últimos años, un punto que la cantante defendió en su mediática intervención ante la justicia del 23 de julio.
«Ahora, y en los últimos años, la persona tutelada es capaz de cuidar de sí misma y, de hecho, dentro de los parámetros de la tutela, ha ganado literalmente millones de dólares como celebridad internacional», argumenta Lynne en unos documentos obtenidos por la cadena estadounidense CNN.
De esta manera, la madre se pondría del lado de Britney al considerar que su situación actual es muy diferente del colapso de salud mental que sufrió en 2008, cuando se inició la tutela legal con un carácter temporal.
Sin embargo, su padre, Jamie Spears, es quien ejerce como tutor desde entonces y, por el momento, no ha dado ningún paso para cumplir con el deseo expresado por su hija de poner fin a este mecanismo legal.
Los padres de Britney están divorciados desde 2002, y aunque se reconciliaron durante un tiempo, llevan vidas separadas.
En los últimos días, varias personas involucradas en la vida de Britney han dimitido.
Samuel Ingham, el abogado designado por los juzgados para representar los intereses de la cantante, solicitó esta semana retirarse después de que su labor quedara en entredicho cuando Britney dijo que nunca le dejó hablar en contra de la tutela y tampoco fue informada sobre su derecho a pedir la finalización.
Según una exclusiva del diario The New York Times, el letrado ha ganado 3 millones de dólares desde 2008 con este caso. Además, fuentes citadas por la revista The New Yorker denunciaron que Ingham ha sido más fiel a los intereses del padre que a la propia cantante.
También han renunciado Bessemer Trust, el fondo que controlaba las finanzas de la artista, y Larry Rudolph, su representante artístico durante más de 25 años.
En la actualidad, la tutela legal está dividida en dos partes: el ámbito financiero, controlado por Jamie Spears, y el aspecto personal, tutelado por una abogada llamada Jodi Montgomery, que ha pedido seguridad tras recibir amenazas.
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