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Batalla Electoral 2024

La neutralidad en el PLD

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Cambiar el discurso y conservar la misma manga de perdedores como voceros del proyecto personal de Danilo Medina, impide que su programa o su plan estratégico, se convierta en la demanda política de las bases de su partido. Porque faenar electoralmente desde el rencor, y con el resentimiento de mártir, cuando en la política el verdugo es inexistente si se trata de ganar o perder una opción de poder.

Jugarían a la ruleta rusa las bases del partido de la Liberación Dominicana, si permiten, que su vitalicidad de poder se decida en los planos jurídicos o, de la opinión pública, en lugar de agotar todas las herramientas y las claves políticas que les son dables en el orden constitucionales, y resignarse con el riesgo de una candidatura danilista, por declinación. Sin verificar la opción plebiscitaria de la cual dispone su mejor y más experimentado candidato.

Pierden de vista los peledeistas, por su crisis de orientación política y doctrinal, que todo poder político y social se sostiene sobre los cimientos de un derecho independiente a todo el orden jurídico, un derecho que solo es oponible así mismo. Por eso, los aristócratas ingleses, desde su Carta Magna, asocian la libertad a su resistencia a las intromisiones del poder. Todo esto lo tratan, con solvencia, John Stuart Mill y Jouvenel en sendos tratados sobre la libertad y el poder político.

Siguen perdidos, el Vice-Presidente y los precandidatos José Tomás Pérez y el Doctor Domínguez Brito, en sus arengas sobre el riesgo de perder el poder, porque olvidan que la intangibilidad del voto peledeista corresponde al Presidente de ese partido, debido a que él es el único que domina la maquinaria absolutista de la ciudadanía de esa organización y de los partidos aliados.

Corresponden, por tanto, al Doctor Fernández, esa omnipotencia secular, democrática, y reconocida, por las bases de ese partido. Esa neutralidad se compadece con los votantes cautivos de su figura, más allá de las consideraciones morales, filosóficas, éticas o sociales, de su gestión política de gobierno o de oposición.

Ignoran Danilo Medina y sus voceros, que el poder político tiene dos formas de ejercerse, mediante el control mediato o inmediato de los gobernados. Esa ignorancia lastró la candidatura de Miguel Vargas en el PRD y desmedra la de Danilo Medina, porque, ninguno de los dos ejercen control, ni mediato ni inmediato, sobre la militancia y las estructuras de poder político y social de su partido. Aunque sus voceros perdedores piensen lo contrario, la realidad de sus derrotas confirma nuestra noción.

Son las fuerzas de los Presidentes Fernández y Mejía, lo suficientemente poderosas y potentes, eso está demostrado, para conseguir sus fines inmediatos sin la necesidad de ofrecer millones para quien gane en su circunscripción, en el caso de la derrota de Miguel Vargas. Ocurre lo mismo, en lo mediato, en el caso del Presidente Fernández. Porque deja sin opción de actuar a Danilo Medina, lo prueba la neutralidad de las bases, la incertidumbre de los senadores, diputados, funcionarios y de los dirigentes medios y de base de su partido.

Vendría bien a los peledeistas y a los perredeistas comprender la facultad de poder directo de estos dos líderes, tanto para la violación como para la seducción de sus bases cautivas. Convendría recordar para ilustrar nuestra opinión, que la Ford, en 1937, utilizó gansters, rufianes y matones, para reforzar su seguridad y enfrentar una huelga sindical. Un magnífico ejemplo de cómo una empresa líder de la seducción publicitaria, ejerce también como modelo de violación para enfrentar un conflicto laboral. Así es el poder político y social.

Reconocía Urbano II, en su epístola CXXII, que matar un hereje era un acto virtuoso, porque, quien lo hiciera era un cristiano ejemplar, guiado por el amor a la Santa Madre Iglesia.

Responde esta neutralidad de los seguidores del Presidente Fernández, a ese derecho especial que él posee, por los éxitos ganados en sus batallas electorales. Una teoría socio-darwinista, vigente todavía en el realismo mágico de Gabriel García Márquez y de Mario Vargas Lloza. Ese mundo que contó Nicolás Maquiavelo, “El de conquistar para evitar ser conquistado”.

Pensemos que, toda acción por el poder político, el rival es solo un cuerpo combatiente, por lo cual el fin es el exterminio del enemigo. De eso se trata la lucha interna en el partido de la Liberación Dominicana, Danilo conquista a Leonel o, viceversa.

Son los peledeistas los más conscientes de esta disyunción, a pesar del dolor y la cháchara de los voceros de Danilo. Por ende, su neutralidad, responde a la demanda democrática de un referéndum aprobatorio, que les diga, si Leonel puede ser candidato, claro está, después de someterse al escrutinio nacional.

Entonces, hacia el referéndum, y buena suerte.

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