Ginebra.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que se están produciendo alrededor del mundo muchos brotes de cólera, una enfermedad que tiene relación directa con la pobreza y que puede matar a alguien en cuestión de horas si no es tratada rápidamente.
En los primeros nueve meses del año, 26 países han reportado a la organización brotes de cólera, un aumento considerable si se considera que entre 2017 y 2021 menos de 20 países registraron situaciones similares en un año entero.
«El problema, además, no sólo es que tenemos más brotes de cólera, sino que éstos son más grandes y mortales», dijo el responsable del equipo dedicado al cólera en la OMS, Philippe Barboza.
Ya en 2021 la mortalidad casi se había duplicado con respecto a la media de los cinco años anteriores, y en África ha alcanzado el 3 %, según los datos comunicados.
Uno de los episodios más graves está ocurriendo en Siria, donde 33 personas han muerto de cólera y cerca de medio millar han sufrido recientemente esta enfermedad infecciosa, lo que supone un importante riesgo sanitario para este país agobiado por más de una década de conflicto armado.
La gravedad del brote en Siria también representa un riesgo considerable para los países vecinos dado los flujos constantes de desplazados internos y refugiados por la violencia, explicó Barboza.
En el sudeste de Asia, en particular en Pakistán, India, Bangladesh, Nepal y Afganistán, se observa también una propagación alarmante del cólera.
Barboza comentó que el cambio climático se ha convertido en un factor agravante del cólera porque los eventos climáticos extremos -sean inundaciones, ciclones o sequías- reducen el acceso de la gente al agua apta para el consumo, creándose las condiciones ideales para que esta enfermedad se extienda.
En otras regiones, Irán e Irak también están experimentando brotes preocupantes de cólera, así como en África, sobre todo en Nigeria, Níger, Somalia y Etiopía.
Existe una vacuna para el cólera, pero actualmente las reservas «son muy limitadas» y los pocos millones de dosis que se tienen serán utilizadas para intentar controlar la emergencia actual.
«No tenemos suficientes vacunas para responder a los brotes agudos y menos aún para poner en marcha campañas de vacunación preventiva, lo que sería una manera de reducir los riesgos», lamentó Barboza.
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