REDACCIÓN. – Cada 21 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha que busca crear conciencia sobre los derechos y el valor de las personas con esta condición. A pesar de las barreras que enfrentan, estas personas aportan significativamente a nuestras comunidades. Merecen el reconocimiento, apoyo, e independencia para tomar sus propias decisiones y alcanzar su máximo potencial.
Establecido por la Resolución A/RES/66/149 de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, el Día Mundial del Síndrome de Down se ha celebrado desde 2012. La elección de la fecha no es casualidad; se relaciona con la trisomía 21, que es la causa genética del síndrome. El 21 del tercer mes representa la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Es un recordatorio poderoso de la riqueza de la diversidad humana.
A menudo malentendido, el Síndrome de Down no es una enfermedad. Se trata de un trastorno cromosómico que resulta de la presencia de un material genético adicional en el cromosoma 21. Esto provoca discapacidad intelectual y algunas características físicas distintivas. Según datos de la ONU, esta condición afecta aproximadamente a 1 de cada 1,100 recién nacidos. Aunque los científicos aún investigan las causas del material genético extra, se cree que se debe a un error en la división celular conocido como no disyunción.
Entre las consecuencias más visibles del síndrome se incluye un desarrollo cerebral diferente al de la población general. Esto resulta en discapacidad intelectual. Sin embargo, cada persona con Síndrome de Down es única, y con el apoyo adecuado, muchas pueden llevar vidas plenas y significativas. También pueden experimentar problemas de salud como afecciones cardíacas y problemas digestivos. Esto resalta la importancia de la atención médica desde el nacimiento.
Celebrar el Día Mundial del Síndrome de Down es una oportunidad para fomentar la inclusión y el respeto. También es para destacar la importancia de brindar educación y recursos que impulsen la autonomía y la calidad de vida de las personas con esta condición. En este día, recojamos todos el compromiso de construir un mundo que acepte y valore la diversidad. Un mundo donde cada individuo, sin importar sus capacidades, pueda vivir con dignidad y derecho a ser escuchado.