Naciones Unidas.- La enviada de la ONU para Haití, Helen La Lime, lanzó este lunes en el Consejo de Seguridad una invitación a los socios del país para que consideren el envío de una fuerza de intervención como «una cuestión de urgencia» que fue recogida por Estados Unidos, que se mostró dispuesto a apoyarla directamente, habilitarla y proporcionarle recursos.
La Lime se refería al llamamiento que hizo el pasado 7 de octubre el primer ministro haitiano, Ariel Henry, de pedir el apoyo de una fuerza armada internacional para ayudar a asegurar el libre movimiento de agua, combustible y material médico para evitar que la situación en el país se deteriore aún más.
El Consejo de Seguridad está estudiando dos posibles resoluciones cuya discusión no estaba en la agenda de hoy, una sobre una batería de sanciones contra los responsables de la violencia y los bloqueos en Haití y una segunda resolución destinada a acoger positivamente el despliegue de una fuerza internacional ajena a la ONU en el país.
El pasado 9 de octubre, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso el envío a Haití de una «fuerza de acción rápida» compuesta por militares de uno o varios países para ayudar al Gobierno a recuperar el control de Puerto Príncipe de las bandas armadas que actualmente dominan partes de la capital y desbloquear el suministro de combustible y otros productos básicos.
APOYOS HAITIANOS A LAS SANCIONES
«Los haitianos están utilizando activamente tanto las redes sociales como los debates radiofónicos para expresar su apoyo a fuertes sanciones dirigidas contra aquellos que impulsan la violencia para prevenir cambios que amenazan los patrones de corrupción que vienen de largo», dijo la enviada de la ONU, que también mencionó la celebración de protestas que piden la dimisión de Henry y de su ejecutivo.
En este sentido, La Lime insistió en que «la violencia de las pandillas está inhibiendo críticamente una respuesta humanitaria a una enfermedad resurgente (el cólera), así como al hambre, con un récord de 4,7 millones de personas que sufren hambre aguda, incluidas decenas de miles al borde de la inanición».
«La realidad es que sin el libre movimiento de combustible, Haití no podrá salir de esta crisis actual. A pesar de todos los logros de la Policía Nacional en la reapertura de carreteras y barrios, el puerto donde se almacena el combustible sigue siendo un desafío», subrayó La Lime.
ESTADOS UNIDOS DISPUESTO A APOYAR INTERVENCIÓN «LIMITADA»
La embajadora de EE.UU. para la ONU, Linda Thomas-Greenfield, mostró la disposición de su Gobierno de «considerar los medios más efectivos para apoyarla directamente, habilitarla y proporcionarle recursos».
Así, insistió ante el Consejo de Seguridad que su país, junto a México, está preparando dos resoluciones para presentarlas ante el máximo órgano ejecutivo de la ONU sobre la intervención de una fuerza y sobre sanciones.
Una «resolución en la que estamos trabajando autoriza una Misión de Asistencia de Seguridad Internacional ajena a la ONU para ayudar a mejorar la situación de seguridad y permitir el flujo de la ayuda humanitaria, que se necesita desesperadamente», dijo Thomas-Greenfield.
La diplomática estadounidense agregó que la resolución propondrá que dicha misión ajena a la ONU tenga «un alcance limitado y esté dirigida por un país socio, que no desveló, que tenga la experiencia necesaria para que tal esfuerzo sea efectivo».
Asimismo, apuntó en que esta fuerza «facilitaría apoyo internacional a la Policía Nacional de Haití, así como a la Guardia Costera, ayudando a mejorar la situación de seguridad sobre el terreno».
Thomas-Greenfield recordó que su país y Canadá ya se han coordinado para la entrega de equipos de seguridad al Gobierno haitiano, que incluye vehículos tácticos y blindados para «ayudar a la Policía Nacional de Haití a contrarrestar la violencia de las pandillas y restablecer la estabilidad y la seguridad».
SANCIONES ECONÓMICAS Y EMBARGO DE ARMAMENTO
La segunda medida en la que trabajan Estados Unidos y México es la imposición de «sanciones financieras a los actores criminales que tanto sufrimiento están infligiendo al pueblo haitiano», así como limitaciones de visados que incluirán también a los funcionarios y exfuncionarios del Gobierno conectados con las pandillas y otras organizaciones criminales.
El representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, subrayó que el embargo de armas tendrá como objetivo «evitar que las pandillas las obtengan con tanta facilidad»
«Debe quedar claro que no es sancionar al Gobierno de Haití, sino a quienes atentan contra la gobernanza mediante la violencia y mantienen aterrorizada a la población civil», añadió De la Fuente.
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