VIENA.- La alianza OPEP+, encabezada por Arabia Saudí y Rusia, acordó este lunes reducir en 100.000 barriles diarios la oferta petrolera oficial de este grupo de 23 países a partir del 1 de octubre, ante el temor de que un freno de la economía mundial merme la demanda de «oro negro».
Con esta decisión, sancionada por los ministros del sector de la OPEP+ en su teleconferencia mensual, quedó anulado el incremento del bombeo que se había adoptado en el encuentro anterior, el 3 de agosto, para septiembre.
Los ministros acordaron «volver al nivel de producción de agosto de 2022», recordando que «el ajuste al alza de 0,1 millones de barriles diarios (mbd) estaba previsto únicamente para septiembre», informó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un comunicado.
Pidieron además, en su declaración final, que se considere la posibilidad de convocar una nueva reunión ministerial de la OPEP+ «en cualquier momento para abordar la evolución del mercado, si fuera necesario», lo que podría tener lugar antes de la próxima cita regular y mensual, convocada para el 5 de octubre.
En su declaración final, destacaron que la decisión se tomó tras revisar «los fundamentos actuales del mercado del petróleo» y constatar «consenso sobre sus perspectivas», aunque sin especificar cuáles serían éstas.
Sin embargo, el planteamiento de la posibilidad de un nuevo encuentro en cualquier momento, en lugar de convocar la próxima cita regular, como han hecho habitualmente hasta ahora, revela cierta inseguridad e incertidumbre en cuanto a la evolución del mercado petrolero a corto plazo.
La retirada del aumento de suministros prometido hace un mes, después de un viaje histórico del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Arabia Saudí para pedir que la OPEP abra los grifos con el fin de abaratar el crudo y reducir la inflación, llega en un momento de alta tensión en los mercados energéticos.
Especialmente difícil es la situación que encara Europa después de que Moscú decidiera el viernes suspender por tiempo indefinido el suministro de gas por el Nord Stream 1 y amenazara con cortar todas las ventas de petróleo y productos derivados a la Unión Europea (UE) si las potencias del G7 imponen un techo al precio del crudo ruso.
En su breve nota final, la OPEP+ no explica las razones de su decisión, pero todo apuntaría a que teme que una ralentización de la economía provoque la caída de la demanda petrolera y de los «petroprecios».
Ese factor venía presionando a la baja sobre el precio del barril, que había perdido más de un 20 % desde los picos de 120 dólares que alcanzó en junio.
Pero la expectativa de que la OPEP+ redujera su bombeo, como finalmente hizo, revirtió la tendencia.
Adelantándose al resultado de la teleconferencia, el petróleo Brent avanzaba un 2,3 %, hasta 95,2 dólares el barril.