La pasión por el secreto es una de características del oficialismo, pero esa afición puede convertirse en una complicidad cuando oculta verdades que ponen en peligro la seguridad e incluso la vida de muchas personas. Este pudiera ser el caso que se estaría dando en el hospital regional Cabral y Báez de la ciudad de Santiago.
El edificio, construido en 1970, ha sido objeto de varias remodelaciones, pero ninguna de ellas, al parecer, ha abarcado su estructura para corregir algunas debilidades, como parece destacar un estudio hecho a solicitud de la anterior administración del establecimiento. Según fuentes del hospital el estudio estaría en poder del Ministerio de Salud.
También se comenta que parte del personal está alarmado por la situación ya que se resaltan puntos importantes que deben ser corregidos para salvar la edificación ante la posibilidad de un sismo, ahora que estos eventos se han sucedido con una frecuencia pasmosa en las zonas donde se sabe existen fallas tectónicas en actividad.
El documento refiere a que losas del edificio de siete niveles descansan sobre columnas muy delgadas sin vigas que las sostengan. De acuerdo con ingenieros estructuralistas, cuando se dan estos casos un terremoto de seis grados puede echar abajo una edificación. Ante esa eventualidad, muchos médicos y enfermeras del hospital han expresado el temor de trabajar allí, por lo que se hace necesario una aclaración oficial sobre los hallazgos de ese estudio, cualquiera sea su contenido.
Estamos hablando de la seguridad de alrededor de cinco mil empleados fijos y de cerca de diez mil personas adicionales, entre pacientes, familiares y amigos de estos, y suplidores que acuden diariamente al hospital. Dado su carácter regional, la preservación de este establecimiento hospitalario es una prioridad en materia de salud. Este asunto debe ser aclarado.
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