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Batalla Electoral 2024

La pedagogía y el aprendizaje del discurso del doctor Fernández

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Pedir la suspensión de las primarias y la proclamación del Licenciado Medina, como candidato de consenso, tal cual ha sido formulado por algunos Senadores y Diputados, es una demostración de que todavía los funcionarios y profesionales políticos del partido de la Liberación Dominicana, desconocen los contenidos del discurso de declinación de su presidente.

Decía un Senador que las encuestas y la inteligencia política aconsejaban la proclamación de Medina por anticipado, cosa que, nunca ha ocurrido con el Doctor Leonel Fernández, ya que, en 2004, ganó las primarias internas y en 2008, también.

Decía el Presidente Fernández en el párrafo 70: «Naturalmente, respaldaré de manera irrestricta, y trabajaré de manera entusiasta a favor de quien la bases del partido escojan de manera libre y democrática como candidato y próximo Presidente de la República».  Como cosa rara, hablo cuatro veces desde el 27 de Febrero al 8 de Abril.

Por lo visto el Senador por la Provincia María Trinidad Sánchez, le daba condición de facultad especial a la inteligencia de algunos seres humanos, para que actúen en sustitución de los métodos democráticos.  En una ética de mínimos, y para vencer la neutralidad, el referéndum tenía que ser una estrategia danilista.  Porque, sencillamente, su compañero de partido dispone, clara está, de una mayor aceptación electoral.

Tomamos decisiones muchas veces acorde con la idea que tenemos de nosotros mismos, pero, además, dependiendo de nuestra capacidad para enfrentarnos a los problemas.  La abstención o la neutralidad ha demostrado ser un obstáculo infranqueable para el equipo técnico del Licenciado Medina, buscan la vía rápida de la proclamación, consideran a su candidato, como el escogido, el hijo del partido, una conducta democráticamente degradante, porque descartan por presunción a José Tomás Pérez, a Franklin Almeyda y al Doctor Domínguez Brito.

Juegan y prefieren los técnicos y estrategas de medios, a la apariencia como poder político.  Hacen trampa al intentar introducir a las bases del partido en la desconstrucción de su realidad neutralista, y confunde el escrutinio de los votos con el simbolismo del consenso como doctrina democrática en lugar de verlo en su condición real de alternativa política del momento.

Apuestan con este comportamiento engañoso al viejo adagio: «Lo importante no es el poder que tengas, sino el que tus enemigos creen que tienes», pretenden bajo esta premisa la sumisión máxima, en virtud de su potencia carismática, dada la eliminación del Doctor Fernández y la necesidad peledeista de encontrar un sustituto con las condiciones del Licenciado Medina.  Una verdadera apoplejía de la vanidad política de los alabarderos y adulones que medran como las tenías en las tripas de los comandos de campaña.

Proceden todas estas aranas de las operaciones mentales del marketing, a pesar de que demuestran en su desesperación una gran hipertrofia metodológica en la imagen y lo simbólico  de su producto político.  Descuidan con este nuevo fallo la leyenda de su candidato, porque «Ni vuela como un relámpago ni golpea como un rayo», como decían de Napoleón en su tiempo, todo lo contrario, volvería a decir que le venció el Estado.

Reúnen los asesores de Danilo Medina las cualidades más opuestas y contradictorias, para sustituir o eliminar de la competencia, con un simple alegato constitucional a un hombre con un liderato en ebullición y explosión permanente con sangre fría imperturbable, avaro con su poder político, con visión y ambiciones de genio, pero, sobre todo, con una astucia y sagacidad demostrada, en todos los triunfos que ha logrado.

Reflexionan lentamente, son impetuosos, inexpertos, contra la rapidez de ejecución, la experiencia y madurez, de los seguidores del Doctor Fernández.  Pierden de vista, pero, además siguen sin entender, ni internalizar que la luz del espíritu político de Danilo se extinguió, aquel medio día de Mayo, en el cual el Doctor Balaguer le negara su apoyo, para una segunda vuelta.

Evitar la convención del 26 de Junio, es aceptar abiertamente como fundamento de poder, las opiniones, las creencias y las ideas, de quienes pretenden soslayar la lucha de poder entre el Doctor Fernández y el Licenciado Medina.  Tienen las bases de ese partido la libertad de persuadir y de sugerir, con su neutralidad, la resignación del Comité Político y del Comité Central, con solo leer el «No va» de los titulares de los periódicos.

Erraron los dirigentes de estos dos organismos en la ortodoxia política y optaron por la ingeniería del consenso, como si los partidos políticos fuesen organizaciones de buena voluntad o sociedades no gubernamentales.  Sucumbieron en la propaganda inteligente de la minoría del partido de la Liberación Dominicana.

Era el objetivo de Danilo y su equipo las masas ignorantes, necesitaban, con urgencia, desviarlas, y para ello, usaron una frase con la cual hipersimplificar las potentes emociones que pudieran producirse con el discurso del Doctor Fernández.  Esa máxima fue el «No Va» del Listín Diario, el 9 de Abril.  Así manipularon la vulnerabilidad mental de la mayoría de la opinión pública y la facilidad de ser influenciados los miembros del PLD, por las ideas de sus líderes de opinión.

Buscaban con ese titular sustituir la voz interior de las bases, aunque, con mucha astucia y sagacidad el líder ya las había vacunado, con una pócima resistente, la neutralidad.  Se concentraron los estrategas de Danilo, en suplantar el origen de las decisiones de los organismos de dirección, presionar el retiro de la Primera Dama, la declinación del Vicepresidente, pero, además sustituir las primarias por la aclamación, amparados en la fatiga y el desgaste de dos mandatos, en la incertidumbre frente a Hipólito Mejía y en el aislamiento social del partido por la crisis económica  internacional.

Cerramos este folio de la convención del P.L.D, recordándole a los lectores, a los políticos y a los interesados, que analizar, opinar y relatar los hechos son planos diferentes de la expresión del pensamiento.  Que la moral establece dos figuras, el perdón o el arrepentimiento y la excusa, pero, para la política son coartadas, porque después de un hecho consumado lo que se arriesga es el poder, ni es el cielo, ni la reinserción social.

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