SANTO DOMINGO.- Menos de un año después de un proceso electoral que fue traumático y altamente costoso para los contribuyentes, el país contempla cómo los principales partidos están inmersos en pleno activismo político, cuando estamos a más de 3 años para la celebración de nuevos comicios.
Las acciones y pronunciamientos que hemos visto en estos días se asemejan a una campaña preelectoral.
Estas organizaciones políticas tienen perfecto derecho y libertad de reorganizar sus cuadros y estructuras partidarias y a tal efecto han organizado congresos, pero deben cuidar sus actos y planteamientos, algunos de los cuales han resultado extemporáneos y fuera de lugar en medio de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19.
Por ejemplo, el PRM se aboca a modificar sus estatutos para permitir la reelección.
En el PLD también hay todo un activismo fuera de tiempo con siete precandidatos cuyos nombres han comenzado a salir a la palestra y en la Fuerza del Pueblo desde hace tiempo se está en continua campaña con la incorporación de militantes y dirigentes que han abandonado otras organizaciones.
Pedir a los políticos que dejen este tipo de pronunciamientos, especialmente los que aun no asimilan su derrota electoral y que tratan de renovarse, es como arar en el desierto, pero en todo caso la sensatez y el equilibrio deben prevalecer en tiempos difíciles, en tiempos de pandemia.