Esta Semana Santa es una oportunidad para reflexionar sobre temas que pueden hacer de nuestras vidas tiempos mejores y más provechosos como familia y sociedad.
Disfrutemos con prudencia y sin violencia, en paz, sin excesos, que incluyen el alcohol y el manejo temerario. Esto por supuesto debe comprometernos como padres responsables, a cuidar a nuestros menores y adolescentes para evitar intoxicaciones por bebidas.
Reflexionemos indistintamente del lugar en donde nos encontremos. Puede ser en un templo, en una playa o en un campo, lo importante es hacer una introspección que nos permita revisar nuestro accionar con nosotros mismos, con nuestros familiares, con nuestros compañeros de trabajo y el prójimo en general.
A los políticos también les pedimos una pausa, que tomen este tiempo también para un alto, un respiro para poder tener fuerzas para seguir adelante; creo que el pueblo se lo merece.
Y finalmente no olvidemos que la Semana Santa se conmemora por la pasión, muerte y resurrección de Jesús . No olvidemos de dar el verdadero sentido a esta semana que bien puede ser acudiendo a las iglesias o simplemente participando de actos de solidaridad con los más necesitados.