SANTO DOMINGO.- La «pobreza de tiempo» que sufren las mujeres, sobre las que tradicionalmente recae el cuidado de la familia, constituye uno de los escollos para una detección temprana del cáncer de mama, vital para superar la enfermedad, según se puso de manifiesto en el II Foro Mujer: Cáncer y Sociedad celebrado en Santo Domingo.
La sobrecarga de tareas, unida al desconocimiento, a la falta de costumbre de acudir a revisiones anuales o a la escasez de recursos económicos supone que el 60 % de los diagnósticos de cáncer de mama se haga en un estado muy avanzado, expusieron los expertos durante el evento realizado por la organización Mujeres Solidarias y por los laboratorios Roche.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tumor maligno de mama representa una cuarta parte de los casos de cáncer en mujeres y es la principal causa de muerte por cáncer en la población femenina.
Sin embargo, si se lograra que el 60 % de los tumores malignos invasivos se diagnosticara en una etapa temprana, durante al menos tres años la mortalidad por cáncer de mama podría reducirse, como mínimo, en un 2 %.
A partir de los 45 años la mujer debe someterse a mamografías anuales, principal método diagnóstico de la enfermedad, de la que se detectaron 2,26 millones de casos nuevos en 2020, y que más de 680.000 no lograron superar, según datos de la OMS a nivel internacional.
¡CHEQUÉATE!
Las autoridades sanitarias de República Dominicana apuestan por la detección temprana mediante el programa Uniendo Voluntades y su lema ¡Chequéate!, una iniciativa que comenzó en 2021 y que tiene al frente a la médica Blanca Conigliaro, del Servicio Nacional de Salud.
El programa se puso en marcha tras hacer un levantamiento (comprobación de la situación) en los centros de primer nivel de atención sanitaria del país, que constituyen la puerta de entrada a los servicios médicos para una población que carece de información, recursos y conocimiento, explicó Conigliaro en entrevista a la Agencia EFE.
En estos dos años de actividad del programa, también enfocado al diagnóstico precoz del cáncer cervicouterino y de próstata, se ha trabajado “con más de 65.000 pacientes», llevando atención básica, directa y específica a «la población un poquito dispersa que no tiene la misma educación y concientización» sobre la importancia de las revisiones médicas, contó la experta.
Los datos demuestran que una mujer que es diagnosticada de cáncer de mama en estadios tempranos tiene más de un 95 % de probabilidades de estar viva cinco años después, pero el diagnóstico oportuno es sólo el primer paso, porque la incapacidad para costear el tratamiento puede convertirse en una condena a muerte.
TRATAMIENTOS COSTOSOS
Un tratamiento multimodal sin interrupción es fundamental para vencer al cáncer. En República Dominicana existe el Programa de Medicamentos de Alto Costo que ha experimentado un aumento presupuestario significativo, al pasar de 2.700 millones de pesos (cerca de 48 millones de dólares) en 2020 a 8.000 millones (unos 142 millones de dólares) en 2023, dijo a EFE el viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez.
El 40 % del presupuesto del programa va dirigido exclusivamente al cáncer, el 41 % va a enfermedades autoinmunes y el resto a otro tipo de atención, con unas coberturas de la Seguridad Social por paciente que han pasado de 1 millón a 2 millones de pesos (de unos 17.700 dólares a 35.500 dólares).
Sin embargo, el tratamiento del cáncer de mama puede resultar mucho más costoso, así que, cuando ese importe de la Seguridad Social se agota, el Ministerio de Salud Pública hace la prestación o entrega de los medicamentos, con un techo presupuestario, pero bajo la premisa de que «todo paciente que entre tiene garantizado el tratamiento» hasta que concluya, indicó Pérez.
SALUD MENTAL Y APOYO PSICOLÓGICO
Más allá del tratamiento en sí tras el diagnóstico, las pacientes de cáncer de mama tienen otras necesidades, empezando por atención psicológica, apoyo que, en ocasiones, debe extenderse a la familia.
Por eso es importante «lograr que en la Seguridad Social fortalezca ese componente de salud mental», indicó el viceministro, teniendo en cuenta las secuelas psicológicas que dejan algunas enfermedades, como las de tipo oncológico.
«A veces las personas se mueren de la angustia y no de la enfermedad», anotó.
Peréz recordó que el cáncer puede durar años y que, al final, «la angustia, la depresión, dejar de comer o incluso el suicidio relacionado, es lo que lo mata» al paciente.
Ese apoyo emocional se puede hacer especialmente necesario en las mujeres a las que se les han extirpado los senos, aunque con el incremento de la cobertura para los tratamientos de alto costo se ha conseguido incluir la reconstrucción mamaria, un gran paso para la autoestima de las que han logrado vencer este cáncer.