Kinsasa.- Las fuerzas de seguridad de la República Democrática del Congo (RDC) dispersaron hoy con gases lacrimógenos a centenares de personas que protestaban contra el Gobierno en Kinsasa, una represión que ha sido criticada tanto por la oposición como por las autoridades del país.
Los manifestantes estaban reunidos en unas protestas convocadas por algunos de los principales líderes de la oposición del país, como Martin Fayulu y Moise Katumbi, entre otros, para denunciar el alto coste de la vida, la inseguridad y la «caótica» organización de las próximas elecciones generales, que deben celebrarse el 20 de diciembre.
«El gobernador de la ciudad de Kinsasa ha sido cómplice hoy de la obstrucción de la libertad de expresión y ha usado a las fuerzas policiales para bloquear nuestra marcha», lamentó en una rueda de prensa en la capital congoleña el presidente del partido opositor ENVOL RDC, Delly Sesanga.
Los opositores que convocaron las protestas registraron al menos «dos heridos graves» que pueden estar «entre la vida y la muerte» y el arresto de más de catorce «activistas», añadió Sesanga.
La Policía de Kinsasa, por su parte, elevó el número de heridos a 31, todos ellos agentes de seguridad excepto un periodista que fue «atacado por una banda de manifestantes alborotados», según un comunicado.
Entre los agentes heridos, indicó la Policía, hay al menos uno «en estado comatoso» y tres graves, después de que los manifestantes lanzasen «proyectiles» contra ellos.
La respuesta de las fuerzas de seguridad congoleñas ha sido criticada por el ministro de Derechos Humanos de la RDC, Albert-Fabrice Puela, que «condenó en los términos más enérgicos los actos de represión perpetrados por ciertos efectivos de seguridad contra los manifestantes».
Además, exigió «investigaciones urgentes» para encontrar a los «responsables» de «diversas violaciones de los derechos humanos, para sí evitar que este ciclo de violencia sólo pertenezca al pasado».