Viajando en el tiempo hacia adelante he descubierto una anónima referencia histórica sobre algo que nos ocurrió: “Nadie supuso que la suave paz de aquel secreto-isla sería puesta en permanente peligro por un gesto aparentemente banal, aparentemente intrascendente, que fue cuando una puerca cualquiera dio la señal primera y todos sus congéneres la imitaron: la puerca torció el rabo. Y entonces todas las puercas torcieron el rabo…” (Desde entonces ese país devino en algo cómico mundialmente conocido como la Nación Donde Siempre una Puerca Tuerce el Rabo (así nos llaman) y por eso nada es químicamente perfecto ni duradero.
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