Caracas.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha expresado su simpatía por diversas religiones durante su vida, según ha contado en actos de Gobierno a lo largo de su mandato, con un especial acercamiento con los cristianos evangélicos, un hecho que, de acuerdo a expertos, sirve como rédito electoral.
Recientemente, el mandatario recibió a un grupo de pastores evangélicos en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, donde declaró el día 15 de junio como el ‘Día del Arrepentimiento y la Esperanza en Cristo’.
«Hoy 15 de junio de 2024, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, voluntariamente entrego mi nación a Cristo para que sea el dueño absoluto de esta patria bendita», dijo Maduro en el acto religioso, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
En otras oportunidades, Maduro ha declarado haber sido creyente de religiones orientales, del cristianismo e, incluso, ha dicho que en su juventud fue ateo.
También ha visitado templos de la Iglesia católica, venerando a las vírgenes, y ha anunciado, con entusiasmo, una pronta canonización de José Gregorio Hernández por parte del Vaticano, a pesar de sus diferencias marcadas con los sacerdotes venezolanos.
En los últimos meses, sin embargo, los cristianos evangélicos han sido los protagonistas de sus encuentros religiosos, un hecho que el doctor en ciencia política Guillermo Tell Aveledo describe como histórica dentro del chavismo.
En mayo pasado, Maduro fue nombrado por pastores evangélicos como ‘protector de la familia’, tras una marcha convocada por la Iglesia cristiana, como reconocimiento a su «compromiso con la defensa del núcleo familiar como fuerza vital de la sociedad», según informó Prensa Presidencial.
«Desde hace mucho tiempo hay movimientos organizados políticos en torno a grupos evangélicos, ha habido varios partidos evangélicos en la política nacional, pero esta es la primera vez que desde una Presidencia tan activamente se hace ese acercamiento y Maduro en eso es innovador «, dijo Aveledo a EFE.
Aveledo recordó que Venezuela es un Estado laico, al tiempo que dijo que cualquier Gobierno debería acercarse a todas las iglesias y sus comunidades para tener buenas relaciones.
«Otro tanto es el uso simbólico y el uso político de las religiones, tanto para favor de la religión, en términos de su acceso al poder político, como el acceso del poder político que, a través de la religión, tenga incidencia sobre feligreses de una religión en particular», añadió.
Además, dijo que, en el contexto electoral que vive el país, «es inevitable pensar que hay una relación entre ambas cosas, que hay un propósito de tratar de convocar a un votante que se pueda sentir amenazado por algún tipo de restauración conservadora católica, que no está en los papeles en la realidad».
El politólogo Piero Trepiccione concuerda en que es necesario mantener buenas relaciones con todos los credos existentes en la nación caribeña, pero -señaló- en esta circunstancia particular, «obviamente se usa con fines electorales».
«Para efectivamente garantizar un nivel organizativo de estos grupos confesionales en favor de quien ostenta el poder y aspira a la reelección presidencial», dijo a EFE.
Trepiccione señaló que los cristianos evangélicos son uno de los grupos más organizados y de mayor actividad política en el país.
«Entonces, claro que sí es importante crear alianzas con estos grupos, especialmente, por el peso organizacional que tienen en su trabajo, digamos confesional, pero también en su trabajo con vínculos hacia la sociedad», añadió.
Trepiccione indicó que este acercamiento de Maduro a los diferentes grupos religiosos ha sido pragmático, con miras hacia el tema electoral, por lo que descartó que haya una intención de convertir al país en una teocracia.
Aveledo señaló que, hasta el momento, parece «más una instrumentalización que realmente un giro importante», pero agregó que sí «hay un interés importante».
«El hecho religioso es alarmante en la medida en que, si bien tenemos una sociedad que es tolerante a lo religioso (…) la verdad es que la politización de ciertos símbolos siempre es preocupante», añadió.