Escribí hace cuatro años un artículo difundido por distintos medios sobre nuestro país y las relaciones internacionales.
El Estado organizado de un país es legítimo cuando su existencia es reconocida por uno u otros Estados miembros de la comunidad internacional.
En el 2018 escribí que nuestro país, República Dominicana, es irrelevante unas veces y otras no en el ajedrez de las potencias mundiales.
Somos un Estado al cual Adolfo Hitler dice la leyenda que “borró” del mapa cuando le informaron que se sumó a los Estados Unidos de América para declararle la Guerra en 1941 a la Alemania soberbia y nazista. Apoyamos también todos aquella lucha, juntos y unidos a Rusia e Inglaterra y otros Estados, para derrotar el fascismo y también para crear la Organización de Naciones Unidas en 1945.
Nuestra República Dominicana ha podido sobrevivir en medio de las grandes crisis internacionales sucedidas durante los 178 años que hemos cumplido como Nación soberana e independiente.
Con características culturales y materiales que nos definen como pueblo y Nación, los dominicanos hemos sido capaces de organizar un Estado y demostrarle al resto de los pueblos y Estados de la tierra que en esta parte oriental de la isla La Española hemos trabajado por establecer un sistema de convivencia solidario y civilizado, con virtudes que algunos pretenden ignorar, y con los vicios que nos imponen y practican ciertas sociedades decadentes donde predominan ciertas prácticas barbáricas.
Superamos el intento de retrotraernos a colonia de España en 1861-1863, las frecuentes invasiones haitianas, dos ocupaciones militares internacionales, una de los Estados Unidos (1916-1924) y otra de los Estados Unidos con la sombrilla de Brasil y otros países latinoamericanos, en 1965, además de las dos grandes guerras mundiales del siglo XX.
Invasiones de franceses e ingleses en su momento también fueron combatidas exitosamente por el pueblo dominicano en los siglos previos a la creación del Estado Nación.
Ante el enfrentamiento que escenifican ahora los bloques de poder mundial con los complejos movimientos que se producen en el tablero internacional, la tarea fundamental de la política exterior y de su brazo de acción diplomático tiene el reto de ejercer esa capacidad de sobrevivir que ha demostrado el pueblo dominicano en sus más de 500 (quinientos) años de existencia.
El Gobierno, la sociedad, la nación y el Pueblo de la República Dominicana están ahora frente a una de esas coyunturas críticas que produce el movimiento de intereses de las grandes potencias dominantes globales.
Entendemos que hay un conjunto mínimo de puntos de vista que nos unen a todos los nacionales dominicanos en esta especial coyuntura mundial como es la protección de la frontera terrestre y marítima del país y del territorio nacional ante las naciones, los pueblos y los foros internacionales.
La protección de los dominicanos que residen en el exterior es siempre una prioridad, como lo es la defensa de la imagen de la República Dominicana y de sus bienes y servicios destinados al mercado mundial en crisis.
Como señalé en el artículo del 2018, sigue siendo de mutuo interés para nuestro país:
1. Mantener la Amistad Soberana con los Estados Unidos de América y con los países de la América Latina.
2. Reforzar la Amistad Soberana con el Estado de Israel y los países Árabes, y los países de Europa toda y las naciones asiáticas y las africanas.
3. Estrechar las Relaciones con los Estados solidarios con el País en los organismos regionales y multilaterales.
El panorama mundial está muy complicado, y debemos mantener la tradicional política exterior del país de no intromisión en los asuntos internos de otros gobiernos.
A pesar de la complejidad del mundo de hoy podemos superar los obstáculos.
República Dominicana sobrevivirá. ¡Con Dios Siempre!