Ginebra.- El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió hoy al mundo que los sistemas de salud están colapsando en Líbano y Afganistán, países que acaba de visitar y de donde han huido masivamente médicos y enfermeras, dejando a miles de pacientes en riesgo de morir por enfermedades fácilmente tratables con los equipos y medicamentos apropiados.
Del Líbano, que cuenta con una población de 6,8 millones de habitantes (unos 900.000 de ellos son refugiados), se han marchado en el último año de crisis unas 1.500 enfermeras, lo que representa entre el 15 y el 17 % de todas las que estaban registradas, aunque el caso de los médicos es peor, puesto que 2.000 han abandonado el país, un 40 % de total.
En Afganistán, el sistema sanitario también está colapsando poco a poco, lo que se refleja en un rápido aumento de casos de sarampión y malnutrición en la población infantil, dijo Tedros.
Las crisis en ambos países tienen orígenes muy diferentes, pero su gravedad es comparable, con la huida de personal sanitario y la falta crítica de suministros médicos para atender a los pacientes, según pudo comprobar el jefe de la OMS en una misión que cumplió en ambos países esta semana.
La grave situación política y económica que ya vivía el Líbano se vio agravada hace un año con la gigantesca explosión en el puerto de Beirut, lo que acentuó la crisis económica al destruir una infraestructura vital para la actividad comercial del país y la pandemia ha sido el golpe final.
Los hospitales «carecen de equipamiento, de combustible y de electricidad», dijo Tedros.
En Afganistán, el director de la OMS se reunió con autoridades del gobierno talibán, entre ellos el primer ministro.
«Mantener un diálogo con los líderes talibanes es esencial si queremos apoyar al pueblo de Afganistán», explicó en una rueda de prensa a su retorno a Ginebra.
Además del sarampión y la malnutrición, la OMS considera que «el resurgimiento de la polio es un riesgo mayor», al tiempo que reveló que hay 2,1 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 en Afganistán que no se pueden utilizar por la situación calamitosa del sistema de salud.