“La Señorita Magali”

Ahora al Srta. Magali se había dado cuenta del problema de Alfredo, comenzó a sentirse sus alumnos le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos envoltorios y papel brillante, excepto Alfredo. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que había tomado de una bolsa de papel.

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

La maestra Magali mientras al frente de su clase de 5to.grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira, era su costumbre. Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos a todos los que quería por igual. Pero no era posible, porque ahí en la primera fila, recostado sobre su asiento, estaba un niño llamado Alfredo. La Srta. Magali había observado a Alfredo desde el año anterior y había notado que él no jugaba a gusto con los compañeros, su ropa estaba muy descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño.

Alfredo comenzaba a ser un tanto desagradable. Llegó el momento en que Srta. Magali disfrutaba al marcar los trabajos de Alfredo con un rotulador rojo haciendo una gran x y colocando un cero muy llamativo en la parte superior de sus tareas. En la escuela donde Srta. Magali trabajaba, le era requerido revisar el historial de cada niño, pero dejó el expediente de Alfredo para el final. Cuando ella revisó su expediente, se llevó una gran sorpresa. La profesora de primer grado que se llamaba Carmen escribió: Alfredo es un niño muy brillante con una sonrisa. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene buenos modales…Es un placer tenerlo cerca. Su profesora de segundo grado escribió: Alfredo es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su mamá tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil. La profesora de nombre Altagracia y era de tercer grado escribió: “Su madre ha muerto, ha sido muy duro para Alfredo, el tratar de esforzarse mucho pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectara un poco en le escuela, si no se toman ciertas medidas”. Su profesora de cuarto que lleva por nombre Nieves escribió: Alfredo se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y en ocasiones duerme en la clase.

Ahora al Srta. Magali se había dado cuenta del problema de Alfredo, comenzó a sentirse sus alumnos le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos envoltorios y papel brillante, excepto Alfredo. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que había tomado de una bolsa de papel.

Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume iniciado, con un cuarto de su contenido original. Ella detuvo las burlas de los niño al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco de perfume en la muñeca. Alfredo se quedó ese día hasta el final de la clase el tiempo suficiente para decir: “Srta. Magali, en el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá”. Después de que el niño se marchara, ella estuvo llorando no menos de una hora.

Desde ese día además de enséñales a los niños aritmética se preocupo más por enseñarle valores, puso especial atención en Alfredo. Alfredo, terminó siendo el tercero en su clase, se convirtió en uno de los consentidos de la Srta. Magali. Un año más tarde ella se encontró por debajo de su puerta en su salón de clase una un nota que decía: Usted es la mejor maestra que yo he tenido, y firmaba: Alfredo.

Aprendamos de Alfredo y de la Srta. Magali. ”Mas se gana con una gota de miel, que un barril de hiel”.

Aprendamos a vivir como CRISTIANOS ahora que la patria nos necesita.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.