LONDRES.- La guerra entre la UEFA y la Superliga parece estar llegando a su fin, después de que en menos de 48 horas de la creación del nuevo torneo, más de la mitad de los clubes fundadores abandonaran el proyecto, producto de las fuertes repercusiones negativas que acarreó en el mundo.
Ahora, la entidad que rige el fútbol europeo vuelve a tener el control de la situación y, después de agradecerle a los equipos el haber reconsiderado su postura, el presidente de la misma, Aleksander Ceferin afirmó que, “las puertas de la UEFA están abiertas, y al mismo tiempo todos tendrán que sufrir las consecuencias”.
Las sanciones podrían ser muy severas para los 12 fundadores que osaron crear una competencia paralela, a tal punto que el máximo directivo esloveno, reconoció que estudiaron la posibilidad de hacer que las semifinales entre el Real Madrid y el Chelsea de la actual Champions League no se disputaran.
“Tenemos que discutir eventuales consecuencias adicionales”, aseguró el vicepresidente de la UEFA, Karl-Erik Nilsson, y agregó: “De todas maneras habrá consecuencias, en cuestiones de confianza sobre todo, y de su credibilidad en el futuro”.
“Recibí ayer mensajes de apoyo de prácticamente todos los clubes de Europa. Tenía 3.800 sin contestar. Así que ahora esperamos que ellos se den cuenta de su error y sufran las consecuencias correspondientes. Hablaremos de esto la semana que viene”, añadió Ceferin en alusión al mismo tema de los posibles castigos a los fundadores.
“Creo que todos estos clubes son parte de la UEFA, pero por supuesto, nunca volveré a tener una relación personal con ciertas personas”, sentenció.
Según detalló el medio español Sport, las sanciones no serán la exclusión de la competencia ya que ésta decisión no está contemplada en la legislación. Sin embargo, se barajan otras formas de castigos.
El periódico catalán explicó que “todo apunta a que esos clubes no saldrán favorecidos de las cuatro nuevas plazas que se abrirán en 2024 (Pasarán de 32 a 36)”.
Aunque todavía no está nada cerrado, había una posibilidad de que los cuatro cupos que incluirá la edición 2024-25 de la Champions League fueran “para equipos que hubiesen realizado una no tan buena temporada pero con historia en la competición y en una buena posición en el ranking”.
Agnelli, que renunció a la presidencia de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) para tomar el cargo de vicepresidente de la Superliga, había presionado para que esas plazas se destinaran a los históricos. Tras la frustrada creación del torneo paralelo, esos lugares serían reservados para equipos de ligas como las de Holanda o Bélgica, según Infobae.