París.- La Unesco amplió este jueves su fondo de patrimonio documental, Memoria del Mundo, con 74 aportaciones, entre ellas el archivo del médico brasileño Carlos Chagas (1879-1934), el de la Oficina Pro Cautivos de Madrid (1915-1921) y una colección de dibujos y escritos infantiles sobre la guerra (1914-1950).
El Consejo Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) decidió distinguir a estos 74 registros con la protección que brinda la Memoria del Mundo, un programa que se creó en 1992 para salvaguardar el patrimonio documental universal.
El director del programa, Guilhaume Canela, explicó en declaraciones a EFE que el objetivo es «facilitar su preservación y accesibilidad».
«Para evaluar las candidaturas figuran criterios como la importancia mundial del bien, su autenticidad y su carácter único, así como el estado del material, su accesibilidad y la urgencia en sus necesidades de preservación», añade el experto.
Debido a esta urgencia, la Unesco incorporó 14 registros documentales de carácter científico relacionados con el conocimiento médico, medioambiental, astronómico y biológico, en un contexto internacional de auge del negacionismo y de desconfianza en la ciencia.
Entre estos registros científicos se encuentra el manuscrito egipcio Ithaf Al-Mahbub, que compendia el conocimiento astronómico del mundo árabe durante el primer milenio después de Cristo, y un paquete de 58 cajas y 27.000 páginas de la expedición del contraalmirante francés Antoine Bruny d’Entrecasteaux en el Pacífico entre 1791 y 1794.
Además, formará parte de la Memoria del Mundo el archivo del médico brasileño Carlos Chagas, donde se refleja el contexto científico, social y cultural del descubrimiento de la enfermedad que lleva su nombre, así como la lucha del científico por la salud pública, la medicina tropical y el desarrollo de su país.
Archivos históricos españoles
La memoria histórica es otro de los temas documentales destacados entre las aportaciones, como la colección de dibujos y escritos infantiles sobre la guerra (1914-1950) entre los que se encuentran creaciones de niños y jóvenes españoles, además de los de otros países como República Checa, Francia, Alemania o Polonia.
También se destaca el valor patrimonial del archivo de la conocida como Oficina Pro Cautivos de Madrid, un punto de ayuda humanitaria en la España neutral de Alfonso XIII donde se tramitaron miles de solicitudes durante la Primera Guerra Mundial para localizar a desaparecidos, repatriar prisioneros, enviar dinero o conseguir indultos.
Esta colección de 180.000 expedientes, albergada por los Archivos Reales de España, refleja una asistencia en tiempos de guerra que no dependía de ningún bando y que le valió al rey Alfonso XIII su nominación para el Premio Nobel de la Paz en 1917.
El director del programa destaca, por su parte, el papel que desempeñaron las mujeres en los esfuerzos humanitarios, una «participación pionera» encabezada por la reina Victoria Eugenia (esposa de Alfonso XIII) y su suegra, la reina María Cristina de Habsburgo.
También de carácter histórico, se añadirán al fondo documental de la Unesco las «Cartas árabes», una colección original de 180 documentos de entre los siglos XIII y XV con la correspondencia entre los reyes de la Corona de Aragón y los altos cargos de los reinos islámicos del sur del Mediterráneo.
En total, la organismo especializado de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura acumula en la Memoria del Mundo un total de 570 colecciones de archivos.
Eso incluye libros, manuscritos, mapas, fotografías, grabaciones de audio y vídeos para, según Canela, «sensibilizar al público sobre su importancia como piedra angular de nuestra historia e identidad compartidas».
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