Un cordial saludo y todos mis queridos lectores, esperando se encuentren bien junto a sus queridas familias, para las cuales envió un caluroso saludo.
Todo depende del cristal con que uno mire las cosas. Si queremos ir a la playa o pintar la casa por fuera y amanece lloviendo decimos, que malo está el día. Pero si le preguntamos a la hierba de nuestro patio, a una rana como está el día, y estas nos pudieran contestar, dirían que el día está muy bueno.
Cuentan que una pareja de recién casados se mudaron a una zona residencial.
Durante su primera mañana en la casa mientras desayunaban a través de la ventana vio a su vecina colgando sabanas en una tendedera.
¡Que sábanas tan sucias cuelga mi vecina en la tendedera! Quizás necesite un jabón nuevo….¡Me gustaría ayudarla a lavar las sábanas!
El marido se quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver la vecina tendiendo sus sabanas y estaban totalmente limpias, y le dijo a su marido: Mira, parece que ella aprendió a lavar la ropa. ¿Le enseñaría otra vecina?
El marido respondió: No, ¡hoy me levante temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana que estaban sucios!
Y la vida es así. Todo depende la limpieza de la ventana a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, quizás sería conveniente comprobar si hemos limpiado nuestro corazón para ver mejor.
Termino con el Versículo 15, de la Primera Carta de San Pedro, Capitulo 1. Que dice: “Sed santos, del mismo modo que Dios que los llamo es santo”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.