REDACCIÓN.- La mayoría de los policías investigados en Nueva York por conductas indebidas graves en las protestas por el asesinato del afroamericano George Floyd en 2020 no han sido sancionados, según un informe publicado este lunes por un organismo civil de control.
El Comité Civil de Revisión de Denuncias (CCRB) detalló en un documento de casi 600 páginas sus investigaciones de casos de conducta indebida por parte de policías durante las protestas de Black Lives Matter («las vidas negras importan»), en las que hubo revueltas en las calles e incluso se impuso un toque de queda local.
Las cifras muestran que los agentes raras veces han sufrido consecuencias por infringir las políticas de la Policía en casos de mayor y menor gravedad.
El CCRB dijo haber recibido 321 denuncias que entraban en su jurisdicción y pudo investigar 226 de ellas, de las cuales 88 estaban fundamentadas, mientras que en el resto no se pudo identificar a los policías implicados o no hubo pruebas insuficientes para determinar si hubo conducta indebida.
Esas denuncias fundamentadas consistían principalmente en el uso de fuerza excesiva -física, con porras o espray de pimienta-, de abuso de autoridad -agentes que rechazaron u obstruyeron su identificación- y de hacer declaraciones falsas o engañosas, resume el informe.
En total, las denuncias abarcaron acusaciones contra 146 policías, y el CCRB recomendó que a 89 de ellos, por casos graves, se les sometiera a un proceso administrativo sujeto al despido como castigo, y que a los otros 57 se les penalizara con sanciones desde una «advertencia» hasta la retirada de días de vacaciones.
De los 89 casos graves -en los que hay infracciones de la política de la propia Policía- 62 están todavía pendientes de resolución y solo parecen haberse ejecutado efectivamente tres, resueltos con una declaración de culpabilidad.
La Jefatura de Policía, que tiene la última palabra, ha intervenido en más de una decena de ellos: en 13 evitó el proceso administrativo e impuso una sanción menor o ninguna disciplinaria, y en uno rechazó un acuerdo entre las partes para imponer también una sanción menor.
En los 57 casos menos graves, han sido sancionados 30 agentes, pero 18 han salido al paso sin sanción.
La presidenta del CCRB, Arva Rice, se mostró crítica con los resultados en una carta adjunta al informe: «Las protestas contra la brutalidad policial generaron más ejemplos de conducta indebida policial. Si esta mala conducta no se aborda, nunca será reformada», dijo.
La NYPD reaccionó con una nota en la que «objeta respetuosamente» las acusaciones a su actuación durante aquellas protestas y opina que esta fue «mayoritariamente profesional», dadas las circunstancias.
En ese sentido, recordó que los agentes estuvieron trabajando en «condiciones a menudo sostenidas y peligrosas», que en la peor jornada desplegó a 22.000 agentes en un solo día y que cientos de ellos resultaron heridos y hospitalizados.