“La Voz del Corazón”

El médico le dice a su secretaria, que una vez que atendiera a todos los pacientes con cita, lo vería a él.

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

En la clínica de un famoso y buen cirujano cardiólogo, entra la secretaria a la oficina de éste y le dice al médico que un viejo pobremente vestido y muy pobre deseaba consultarle algo recomendado por un médico del hospital público.

El médico le dice a su secretaria, que una vez que atendiera a todos los pacientes con cita, lo vería a él.

Después de una larga espera, el médico recibe al viejo. Y este le explica la razón de su visita. El médico del hospital público me ha visto, y me dijo que solo un médico de su prestigio podría solucionar mi problema cardiaco.

El médico ve los estudios y coincide con el colega del hospital público. Le pregunto al viejo con que Compañía de Seguro contaba para esa Operación. El viejo le contesta, es que ese es el problema. Yo no tengo Seguro, ni Seguro Social, tampoco dinero, soy el único que queda de mi familia. Lo que le pido es que me ayude.

El médico no lo dejo terminar la frase, estaba muy indignado con su colega del hospital público, lo envió de regreso con una nota que decía: Que su clínica era privada de mucho prestigio, y que lo sentía mucho pero no podía acceder a la petición de aquel anciano.

Cuando el viejo se retiró. El médico se dio cuenta que él había olvidado una carpeta con poesías y una frase la llamo mucho la atención y la misma decía: “El órgano que mejor habla es el corazón” y firmaba .Hermogenes Fauvert. Esta frase impacto mucho al médico, pero lo que más le gusto fue el nombre del autor.

Esto le hacía recordar cuando era niño, pues en la primaria, la maestra les leía hermosos cuentos. Cuando ya cruzo a secundaria, la profesora de literatura les hablaba de las bellísimas poesías de Fauvert. Él le dedico una de sus poesías a una de sus compañeras y esta fue su primera novia. Como olvidarse de eso, si fue parte de su juventud.

Pasado unos días, al finalizar el día de trabajo, la secretaria entro a su oficina con el periódico vespertino y compungida le dijo al médico, ¿Se ha enterado doctor? Hoy han encontrado muerto a Hermogenes Fauvert en un banco del parque, tenía 88 años de edad. El médico suspiro de pena y contestó: Hombres como el no debieran morir nunca. Que Dios lo tenga en paz, me hubiera gustado haberlo conocido.

Pero, ¡cómo!…No lo recuerda?, le dice la secretaria y mostrándole la fotografía del periódico le dijo: Era el pobre viejito que vino la semana pasada a consultarle, conocido escritor solitario y bohemio, no tenía a nadie en su vida.

Le pidió a su secretaria que se retirase y sentándose con los brazos cruzados en su escritorio, lloro amargamente.

Jesús curo a todos los enfermos que le trajeron, sin preguntarle quien los había enviado o que seguro tenían.

Les dejo en esta reflexión para que Ustedes mediten.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.