Sídney (Australia).– El Movimiento Republicano Australiano lanzó este lunes la campaña satírica ‘Monarquía, la gira de despedida» para reflexionar sobre el futuro monárquico de Australia, antes de la visita del rey Carlos III de Inglaterra y la reina Camila a este país y a Samoa entre el 18 y el 26 de octubre.
Como si el rey Carlos y su mujer fueran dos veteranas estrellas del rock, esta campaña incluye la venta de camisetas y afiches que incluyen la imagen con gafas de sol de la pareja, junto al príncipe Guillermo, con el fondo de banderas británicas y la inscripción del lema: «Dile adiós al reino monárquico».
A pesar del tono lúdico «en la Australia de hoy la democracia no es un espectáculo: elegimos a nuestros representantes por sus méritos. Es hora de decir adiós al reinado monárquico», recalcó hoy en un comunicado la copresidenta del Movimiento Republicano Australiano (ARM, siglas en inglés), Esther Anatolitis.
«Ha llegado el momento de que Australia diga ‘gracias, pero ya nos encargamos nosotros», precisó Anatolitis de cara a la visita de Carlos de Inglaterra- quien realiza su décimo séptima gira a la excolonia británica y la primera desde su coronación el año pasado.
En 2011, la reina Isabel II pisó por última vez Australia, país que tiene como jefe de Estado al monarca británico de turno.
Por ello, la dirigente del ARM insistió en que Australia debe tener un jefe de Estado «a jornada completa, plenamente comprometido, cuya única lealtad sea hacia nosotros, un símbolo unificador en casa y en el extranjero».
Actualmente, el rey Carlos está representado en Australia por la gobernadora general, Sam Mostyn, cuyo cargo es principalmente protocolar e incluye labores como la firma de las leyes aprobadas por el Parlamento.
En Australia- que fue colonia británica hasta 1901 y que al igual que su vecino Nueva Zelanda se rige mediante un sistema monárquico con democracia parlamentaria- solo uno de cada tres habitantes quiere que el país se convierta en una república, según una encuesta publicada el fin de semana por el tabloide Daily Telegraph en Sídney.
Este resultado parece ser menos favorable al cambio constitucional que el alcanzado en el referendo de 1999 en el que el voto en favor de que Australia se convierta en una república logró el 45,3 % de los votos frente a un 54,87 % en favor de mantener los lazos con la monarquía británica.
En contraste, la investigación del ARN apunta que un 60 % quiere que un australiano sea el jefe de Estado en lugar del rey Carlos, mientras que un 78 % se inclina porque la familia real financie la gira de los monarcas por Australia en lugar de los contribuyentes del país.
Pero el ansiado cambio constitucional de los republicanos solo puede venir a través de un complicado referendo con doble mayoría, una convocatoria que había planeado el actual gobierno del laborista Anthony Albanese en 2025 y que aparcó tras el fracaso el año pasado de una consulta popular para reconocer los derechos de los indígenas del país oceánico.