SANTO DOMINGO.- Representantes de 23 países de Latinoamérica y el Caribe participan desde este martes hasta el jueves en el país en un seminario auspiciado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y los ministerios dominicanos de Defensa y Exteriores.
Según un comunicado del departamento de Defensa, el objetivo de esta actividad es «capacitar a las instituciones involucradas y a sus funcionarios en temas de armamentos químicos y crear un espacio para debatir aspectos del tratado multilateral destinado a prohibir la categoría de armas de destrucción masiva y velar por la verificación internacional» de su eliminación.
Se persigue así «avanzar en la prevención del uso, diseño, proliferación de armas químicas y biológicas y fomentar una cultura de paz y seguridad de la región», indica la nota.
En este encuentro se abordarán cuestiones relativas a la protección, distribución, almacenamiento y empleo de armas químicas a nivel mundial.
La agenda incluye la historia de las armas químicas y su panorama actual, medidas nacionales de aplicación del artículo VII en América Latina y el Caribe, programas de la División de Cooperación Internacional y Asistencia, ejercicios, cuestionarios, debates y evaluaciones sobre lo aprendido durante el seminario.
Rene Betancourt, oficial principal de la Oficina de Cooperación Internacional de la OPAQ, dijo en la apertura que esta actividad académica representa el paso principal para asegurar la paz y seguridad de la región.
Por parte de la Cancillería dominicana, Ana González, consejera de la dirección de Seguridad y Defensa del Ministerio de Exteriores, resaltó que «las armas químicas constituyen un riesgo permanente para la humanidad” y apuntó que «los agentes tóxicos utilizados para producir armamento son objeto de rechazo por la comunidad internacional, dado los efectos nocivos a la población civil y las secuelas que dejan a largo plazo».
En palabras del embajador dominicano en Países Bajos, Juan Bautista Durán, «asumimos este compromiso en defensa de la humanidad para que la tierra puede preservarse para siempre porque, si no se hiciera así, corremos el riesgo de que el planeta desaparezca».