SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La merienda es una de las comidas fundamentales en la alimentación de los más pequeños, pero suele resultar también uno de los momentos donde los padres tienen que debatirse entre ofrecer a sus hijos alimentos saludables u optar por versiones rápidas y más cómodas, que generalmente suelen ser altamente dañinas para la salud.
Las galletas, los dulces y todos los alimentos industrializados de venta en supermercados suelen presentarse en envolturas de colores, muy llamativas que rápidamente atraen y activan el paladar de los niños.
Estas meriendas infantiles se han convertido en los últimos tiempos en una ingesta de comidas procesadas que resultan altamente dañinas.
Su consumo aumenta el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas, de obesidad y hasta diabetes.
Según estudios, todos los productos de la estantería del supermercado dirigidos a los niños tienen entre un 20 y un 40 por ciento de azúcar.
Una merienda debes ser capaz de combinar nutrientes con sabores ricos, y que evite las grasas saturadas y las altas composiciones de azúcar.
Un dato interesante es que un niño tiene que probar un alimento diez veces para saber si le gusta. Por eso, es importante tener paciencia y enseñarles a probar todo tipo de frutas y verduras, para que se acostumbren a estos buenos hábitos.