La Paz. – Las crecidas y desbordamientos de ríos por las lluvias en al menos cuatro de las nueve regiones de Bolivia dejaron en las últimas horas infraestructuras destrozadas y preocupación y alerta ante lo que podría ocurrir si las aguas continúan subiendo en estos lugares.
Los eventos más fuertes fueron una riada que azotó al pueblo de Colcha K, en la región andina de Potosí, y la crecida del río que dejó destrozos en el municipio de Palca, en el departamento de La Paz, según informaron este domingo las autoridades de ambos lugares.
A esto se suma la crecida del río Acre que ha puesto en alerta a la ciudad de Cobija, la capital de la región amazónica de Pando colindante con Brasil, y también del río Piraí en el departamento de Santa Cruz (este).
La lluvia y granizada que cayeron desde el sábado en la noche hasta esta madrugada en Colcha K provocaron una riada que dejó calles cubiertas de tierra, piedras y lodo, y las aguas que a su paso destrozaron vehículos, viviendas y mataron animales de granja, según se pudo ver en videos compartidos en las redes sociales.
El gobernador interino de Potosí, Marco Copa, informó a los medios que ya se envió maquinaria pesada y equipos médicos para empezar a asistir a los damnificados en Colcha K, y que se espera un reporte de la Unidad de Riesgos del gobierno departamental para conocer la magnitud de los daños que dejó la riada.
Por otra parte, el alcalde de Palca, David Luna, expresó su preocupación por la crecida del río del lugar que ocasionó que cayeran tres casas y el puente que conecta a ese municipio con la ciudad de La Paz.
Luna también se mostró preocupado ante un eventual desbordamiento del río y que las aguas inunden el pueblo, por lo que pidió al Ministerio de Defensa el envío de maquinaria para labores de prevención, ya que los equipos con que cuenta el municipio son insuficientes para atender la emergencia.
Este y norte
En Santa Cruz, el director del Servicio de encauzamiento de aguas y regularización del río Piraí (Searpi), Luis Aguilera, alertó este domingo de que el nivel de ese afluente que bordea la capital regional llegó hasta los 7 metros con 30 centímetros por las recientes lluvias.
«Estamos a 20 centímetros de la crecida extraordinaria e histórica que se dio en 2014. Eso equivale a 18 millones de metros cúbicos por hora que van a pasar por Santa Cruz», dijo Aguilera a los medios.
Como medida preventiva, se pidió a las personas que trabajan extrayendo arena del río para venderla que no ingresen al mismo, explicó el funcionario, que también señaló que se espera que el afluente vaya perdiendo fuerza y no ocasione inundaciones en el norte del departamento.
En la víspera, la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, declaró la «alerta roja» por la crecida del río Acre, que bordea esa ciudad norteña y es un límite natural con las localidades brasileñas de Epitaciolandia y Brasilea.
Reis informó sobre la apertura de tres albergues para acoger a las personas que viven en zonas colindantes con el río, una medida preventiva mientras se aguarda que bajen las aguas.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, informó en sus redes sociales sobre el despliegue de militares en Cobija «para evacuar a las familias y sus pertenencias de los barrios más cercanos al río y, de esa manera, preservar la vida humana».
Según Arce, también se envió a 85 militares a Colcha K para apoyar en la «evacuación de las familias afectadas» por la riada.
El reporte oficial más reciente da cuenta de 37 fallecidos y 12,772 familias entre damnificadas y afectadas en ocho de las nueve regiones bolivianas durante la época de lluvias que comenzó en noviembre pasado.
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