LA VEGA, República Dominicana.- Residentes en la provincia La Vega aseguran que esta demarcación está dividida en dos capas sociales. Una ocupada por los bien posicionados económicamente y otra por los desempleados y abandonados.
Al entrar a La Vega se tiene la primera impresión de ser una provincia donde los problemas cotidianos que afectan a la comunidad están resueltos.
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Calles asfaltadas, comercios, parques e iglesias dan la impresión de que todo está bien en la denominada culta y olímpica provincia cibaeña. Pero según el sacerdote Rogelio Cruz no todo es color de rosas.
Y es que los veganos, que son casi 300 mil según el censo pasado, tienen los mismos problemas que afectan otras ciudades del país. Uno de ellos es la falta de empleos que se agravó tras el cierre de la zona franca.
El aguerrido sacerdote responsabiliza a la clase política de todos los partidos de la desdicha de los veganos, porque no logran ponerse de acuerdo establecer una estrategia de desarrollo.
La falta de oportunidades unida a la debilidad y la alegada complicidad del sistema de justicia se combinan para que los veganos de menores ingresos sigan sumidos en la miseria.
Con el escenario descrito por el sacerdote Rogelio Cruz si las autoridades locales y nacionales no establecen una estrategia cuando antes, los veganos seguirán mostrando una entrada que no se corresponda con mayoría de sus habitantes.