Madrid.- Las fotografías que toma un astronauta cuando está en el espacio con una cámara digital comercial pueden llegar a ser hasta 300 veces más potentes, y por lo tanto también más útiles para un uso científico, que las que obtienen los sofisticados dispositivos de algunos satélites.
Un grupo de investigadores de las universidades Complutense de Madrid, Santiago de Compostela (Galicia, noroeste), Exeter (Reino Unido) y Barcelona han diseñado un sistema de fotometría que permite convertir las fotos tomadas por los astronautas con cámaras digitales comerciales en imágenes científicas, y lo han hecho en el marco del «Proyecto Emissi@n».
La investigación, en la que han participado también la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, demostró que las instantáneas que toman los astronautas pueden ser tan fiable como otras misiones por satélite.
La Universidad Complutense de Madrid destacó en una nota difundida este jueves que a la hora de estudiar la contaminación lumínica, la información de color de las fotos de los astronautas es «única y clave» para entender y rastrear el impacto ambiental de las luces en la noche.
Con los nuevos catálogos estelares publicados se pueden calibrar las cámaras como las que utilizan los astronautas en la Estación Espacial Internacional, ha señalado la Complutense, y ha observado que el mismo procedimiento es útil para las imágenes nocturnas tomadas por fotógrafos profesionales, otros investigadores de la contaminación lumínica y para personas ajenas al ámbito científico.
El programa de ciencia ciudadana «Cities at Night» se puso en marcha con el fin de hacer más accesibles las imágenes nocturnas adquiridas por los astronautas desde la Estación Espacial Internacional, y a esa iniciativa se sumó el proyecto sobre contaminación lumínica «Azotea» que puso la Universidad Complutense durante el confinamiento.
«Azotea» forma parte del proyecto europeo «Action», que pretende, según informó la universidad española Complutense, transformar la forma de hacer ciencia ciudadana, y aprovechar las observaciones e instantáneas de los voluntarios, obtenidas con sus cámaras digitales, para determinar la contribución de la actividad humana al aumento del brillo del cielo nocturno.
El astrónomo de la Complutense Nicolas Cardiel señaló que estas iniciativas pueden ayudar a que la ciencia ciudadana sea una realidad en el ámbito de la astronomía, y contribuir a aumentar el interés y la comprensión de la ciencia por parte del público
El profesor Jaime Zamorano observó, en la misma nota difundida por la Universidad Complutense, que la instrumentación científica suele ser muy cara y su uso está restringido a unos pocos investigadores, y destacó que ahora las personas interesadas pueden utilizar sus propias cámaras para obtener imágenes científicas calibradas de gran interés en el campo de la astronomía y la contaminación lumínica.
Para el astrofísico de esta Universidad Alejandro Sánchez, «es como si acabáramos de recibir un nuevo satélite de la nada, dará una nueva dimensión al campo de la teledetección nocturna y probará la alta transferencia de conocimientos de la astrofísica a otros campos».