REDACCIÓN CIENCIA.- Que en la ciencia hay una gran desigualdad de género es algo sabido. Pero hoy, un nuevo estudio advierte de que las investigadoras también encuentran numerosos problemas a la hora de publicar estudios ‘on line’, con un efecto dominó: les resta visibilidad, afecta a las citas, los premios y el éxito, y agranda aún más la brecha de género.
El estudio, hecho por la Universidad de Northwestern (Illinois, Estados Unidos) y publicado en la revista PNAS, revela que las mujeres tienen menos éxito que los hombres a la hora de difundir sus investigaciones en el espacio digital y que el impacto científico, el prestigio o la formación de vínculos con otros investigadores en internet están asociados al éxito de los hombres en todas las áreas de investigación y niveles de éxito, pero no de las mujeres.
Estudios previos ya habían establecido la amplia desigualdad de género en la ciencia y las diferencias de salario, apoyo y promoción que sufren las mujeres investigadoras en comparación con sus colegas masculinos. Todos coinciden: la investigación llevada a cabo por mujeres no tiene el mismo reconocimiento que la de los hombres.
Para los autores era importante hacer este estudio para averiguar si el desequilibrio en la visibilidad afecta también a las publicaciones en línea, porque, de ser así, es algo que podría afectar a las citas y los premios, y ahondar la brecha de género.
«Las barreras a los recursos, la publicación y las conferencias de alto nivel están históricamente arraigadas y son difíciles de romper, pero el espacio digital podría ser más equitativo», afirma la investigadora de Emőke-Ágnes Horvát.
«Sin embargo, lo que vemos es que sigue habiendo un fuerte desequilibrio de género. Este dato es novedoso y merece atención precisamente porque es fácil suponer que, al menos en línea, las mujeres académicas lo hacen tan bien como los hombres».
Horvát, junto con sus socios Orsolya Vásárhelyi (Universidad de Warwick), Igor Zakhlebin (Universidad de Northwestern) y Staša Milojevic (Universidad de Indiana Bloomington), analizaron el éxito digital de 537.486 científicos a través de Altmetric, un servicio de uso común que rastrea la actividad en línea en torno al contenido académico.
Los datos de Altmetric utilizados contenían artículos publicados con menciones en los medios sociales en Twitter, Facebook y Reddit.
Los autores descubrieron que, en 2012, solo el 28,6% de los académicos de todas las áreas de investigación cuyo trabajo fue mencionado en internet eran mujeres, cifra muy por debajo de su producción científica.
Además, en 13 grandes áreas de investigación estudiadas -desde las ciencias médicas hasta la física y las ciencias sociales- la difusión de la ciencia digital sigue estando dominada por científicos varones y la presencia de las mujeres sigue siendo inferior a la esperada -en relación a lo que producen- cinco años después.
El éxito en internet se basa en factores como el impacto de los trabajos anteriores, el prestigio y la coautoría pero los hombres tienden a beneficiarse de forma desproporcionada, incluso en áreas de investigación donde las mujeres están bien representadas, apunta el estudio.
«Esto ocurre no solo en, por ejemplo, la química o la ingeniería. No es algo que pertenezca a las áreas de investigación con una representación femenina tradicionalmente baja. Es un fenómeno general», advierte Horvát.
Horvát investiga ahora si el desequilibrio es probablemente el resultado de la percepción sesgada de que la investigación de las mujeres no es tan importante o impactante como la de los hombres o si las mujeres no se autopromocionan tan bien como sus colegas masculinos, y los primeros resultados sugieren que ambas cosas influyen.
Para los autores, es imperativo comprender los prejuicios en materia de visibilidad para que la ciencia pueda orientar, retener y reconocer adecuadamente a las académicas con talento (y a las minorías subrepresentadas).