Darle voz a la sociedad civil, a la diáspora y a las comunidades locales es fundamental para abordar la migración, cuya gestión debe estar guiada por la dignidad y los derechos de las personas.
Bogotá.– Darle voz a la sociedad civil, a la diáspora y a las comunidades locales es fundamental para abordar la migración, cuya gestión debe estar guiada por la dignidad y los derechos de las personas.
"Las discusiones nos permitieron constatar que la migración es ante todo un fenómeno humano y que su gestión debe estar guiada por la dignidad y los derechos de las personas", aseguró la viceministra encargada de Relaciones Exteriores de Colombia, Olga Lucía Arenas.
El evento, que comenzó el martes, reunió a representantes de 40 estados, agencias de las Naciones Unidas, organismos internacionales, 100 representantes de la sociedad civil, líderes empresariales globales, comunidades migrantes y jóvenes.
La viceministra Arenas recalcó que durante los foros y paneles realizados “quedó claro que migrar no significa renunciar a los derechos” y que, “al contrario, la movilidad humana debe entenderse como una oportunidad para ampliar libertades, capacidades y horizontes”.
Destacó que los procesos de regularización, aunque no garantizan por sí mismos la integración, “se constituyen en verdaderas autopistas que aceleran el acceso a la salud, al empleo formal y a la participación ciudadana”.
Arenas recordó además que el 85 % de los flujos migratorios en América Latina son intrarregionales, y que el 90 % de los migrantes regularizados expresan una clara vocación de permanencia en las comunidades de acogida.
“Estos datos nos llaman a redoblar esfuerzos en políticas inclusivas, sostenibles y realistas”, aseguró la funcionaria.
El Foro también concluyó que la cooperación internacional es clave para enfrentar los desafíos migratorios y potenciar el desarrollo, al tiempo que la juventud y el trabajo de cuidado fueron reconocidos como motores de cambio y dignidad.
"La migración no es un problema, sino una oportunidad para la innovación y la construcción de una nueva humanidad", señalaron las delegaciones de Canadá, España, Francia, México, Austria, Bélgica, Brasil, Ecuador, Perú, El Salvador, Paraguay, Cuba, India, Suiza, Madagascar, Bangladesh, Filipinas, Myanmar, China y Sudáfrica.
La viceministra Arenas concluyó diciendo: “Nos vamos de Riohacha con la certeza de que lo discutido aquí no termina con el cierre de esta Cumbre. Continúa la construcción conjunta de un futuro, más cercano que lejano, donde migrar sea siempre un viaje de derechos, sueños, oportunidades compartidas y desarrollo para nuestros pueblos”.