Nueva York.- Líderes de Latinoamérica y África reclamaron este martes a los países ricos más medidas contra la crisis alimentaria, agravada por la guerra en Ucrania y que ha provocado subidas en los precios de los alimentos.
Esas peticiones se formularon en una reunión sobre seguridad alimentaria en Nueva York, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, y en la que EE.UU., España, Alemania y otros países se comprometieron a actuar para evitar hambrunas.
Al inicio del encuentro, el presidente de turno de la Unión Africana y jefe de estado de Senegal, Macky Sall, habló de la necesidad de encontrar soluciones «duraderas» a la crisis de alimentos y recordó que el problema ya existía antes de la guerra en Ucrania.
«Todos los países sufren (las consecuencias) especialmente los más vulnerables, por lo que es importante que trabajemos juntos para encontrar soluciones concertadas», dijo.
Sall puso especial énfasis en la falta de fertilizantes en África y explicó que, sin esos productos, el arroz, el maíz, la soja, la yuca y otros productos se echarán a perder y habrá hambrunas.
«Más allá de las soluciones circunstanciales, debemos asegurarnos de que las condiciones están ahí para lograr una producción agrícola sostenible a través de un enfoque proactivo y con recursos sostenibles», argumentó el dirigente africano.
En la reunión, en la que intervinieron una veintena de líderes, también participó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien abogó por adoptar una perspectiva diferente para hacer frente a la crisis.
En concreto, criticó el concepto de «seguridad alimentaria» porque asume que la humanidad podrá lograr los nutrientes que necesita con el libre mercado y dijo que él prefiere la idea de «soberanía alimentaria» en la que las naciones usan sus recursos para alimentar a su propia población.
Ante esas peticiones, el canciller alemán, Olaf Scholz, explicó que su país aumentó la parte de su presupuesto dirigida a seguridad alimentaria.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que España contribuirá con 236,5 millones de euros (unos 235,71 millones de dólares) a la lucha contra la inseguridad alimentaria.
Además, Sánchez no dudó en su discurso en arremeter contra Rusia y su presidente, Vladimir Putin, a quien acusó de «intentar chantajear a la comunidad internacional con gran parte de las necesidades alimentarias del mundo».
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, reiteró su compromiso de seguir ayudando a los países empobrecidos o en vías de desarrollo y recordó que su Gobierno ha destinado 8.000 millones de dólares a asistencia humanitaria desde que estalló la guerra de Ucrania en febrero.
Blinken, además, adelantó que el presidente estadounidense, Joe Biden, anunciará más asistencia humanitaria y para combatir la crisis alimentaria cuando dé su discurso este miércoles en la Asamblea General de Naciones Unidas.
La invasión rusa en Ucrania ha agravado enormemente la crisis alimentaria en numerosos países empobrecidos o en vías de desarrollo, que han visto cómo aumentaban los precios de alimentos básicos y que durante meses no han podido acceder al trigo, fertilizantes y otros productos básicos que exportaba Ucrania.
La ONU y Turquía lograron en julio que Ucrania y Rusia llegaran a un pacto para crear un corredor marítimo seguro para exportar cereal desde los puertos del mar Negro.
Pese a ese acuerdo, Naciones Unidas ha avisado que existe riesgo de hambrunas en lugares como Yemen, Somalia, Etiopía, Sudán del Sur, Nigeria o Afganistán y, por eso, el tema de la seguridad alimentaria se ha convertido en uno de los centrales de la Asamblea General con el objetivo de que esa amenaza no se haga realidad.
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