Le dobló el pulso

Con su discurso ante la Asamblea Nacional, el presidente Danilo Medina se anotó un triunfo político que de seguro impactara en su nivel de simpatía frente a la población, al identificarse con una causa de amplio reclamo popular.

Con referencias directas y una sostenida energía, en su comparecencia con motivo del 27 de Febrero, el gobernante dejó bien en claro la determinación del Gobierno de impulsar una reforma en el contrato con la Barrick Gold.

La repercusión efectista que este controvertido punto tuvo en auditorio en el Congreso y en diferentes sectores, de seguro se acrecentará, ya que la alocución presidencial tuvo de inmediato consecuencias, pues la Barrick ratificó su disposición de diálogo.

Todo parece indicar que la firma minera se vio obligada a reaccionar sin dilación alguna, pues las palabras del Presidente fueron contundentes, al señalar a los ejecutivos de la Barrick que les hacía un último llamado.

Tras aclarar que el Gobierno favorece el mantenimiento del mejor clima para la inversión extranjera, Medina envió otra seria advertencia a la Barrick con su afirmación que el oro pertenece al pueblo dominicano y que sólo podrá ser extraído en condiciones justas y favorables para el país.

Con su enérgica expresión “Sencillamente Inaceptable” y  las reacciones de aprobación que generó, podría afirmarse que el Presidente ha logrado doblar el pulso a la Barrick o, dicho más conservadoramente, poner término a la renuencia de esa empresa a sentarse a renegociar su contrato con las autoridades.

Entre otros aspectos relevantes, cabe destacar su afirmación de que se mantiene vigilante sobre el comportamiento ético y normativo en las dependencias oficiales, o sea que no ha bajado la guardia ni renunciado a sus códigos de conducta.

Esta es una tela donde comienza a surgir espacio para cortar, por lo que Medina necesitará gran rigor de parte de todos los funcionarios, a fin de que su filosofía de gobierno no se diluya entre postulados que se queden sin consecuencias.