En la audiencia del subcomité de Hemisferio Occidental, Seguridad Civil, Migración y Política Económica Internacional de la Cámara Baja, dos activistas discreparon sobre si debe levantarse el embargo estadounidense y las sanciones contra funcionarios cubanos.
Mientras, el presidente del comité, el legislador Albio Sires, destacó el hecho de que «miles de cubanos» hayan «salido a la calle exigiendo libertad y democracia» en las protestas del pasado día 11.
«Lo que hemos visto es nada menos que un comienzo», opinó Sires, demócrata de Nueva Jersey.
«Las personas que se han sumado a las protestas han puesto sus vidas en juego y no debemos olvidar cuán poderoso es esto», añadió Sires, quien, a los 11 años de edad, emigró de Cuba con su familia.
Por su parte el representante Mark Green, republicano de Tennessee, afirmó que «los cubanos están asqueados y cansados de la opresión, y han salido a las calles demandando el fin del comunismo».
«El sentimiento contra el régimen ha crecido en el país y las protestas muestran un despertar de la sociedad civil», añadió. «Está surgiendo una nueva generación que quiere vivir en libertad. Se ve la luz al final del túnel y el pueblo cubano jamás ha estado tan cerca de ella».
Sires y Green afirmaron que el Gobierno cubano emplea tecnología proporcionada por China para interferir o impedir las comunicaciones y el acceso de los ciudadanos a internet y las redes sociales.
José Miguel Vivanco, director para las Américas en la organización Human Rights Watch, dijo en la audiencia que desde el 11 de julio «miles de cubanos han salido a las calles en todo el país y el gobierno reaccionó con una represión brutal».
«Los grupos de derechos humanos dan cuenta de que unas 500 personas han sido detenidas», añadió. «Los informes mencionan golpizas policiales, múltiples detenciones de activistas, muchas personas incomunicadas y otras cuyo paradero se desconoce».
«Cuba está cambiando», añadió Vivanco. «El Gobierno de (el presidente Joe) Biden debería dar pasos para abandonar el embargo y la política de aislamiento que no ha producido mejorías en la situación cubana».
El embargo unilateral que EE.UU. ha mantenido contra Cuba desde 1960 «ha dado al régimen cubano una excusa para sus errores y sus abusos, y le ha ganado simpatía internacional».
En desacuerdo se mostró la directora de Cuba Decide, Rosa María Payá, quien pidió que el Gobierno estadounidense no dé marcha atrás a la política de mano dura contra la isla.
«El levantamiento de las sanciones (estadounidenses) sería un error», dijo Payá. «Estados Unidos debería emprender acciones para quebrar el control que el régimen tiene sobre las comunicaciones».
«Estados Unidos debería invitar a la Unión Europea y a la Organización de Estados Americanos a que tomen medidas similares, y debería usar todas las herramientas para enfrentar la amenaza que presenta el régimen» cubano.
El régimen cubano, añadió Payá, «debería ser excluido de la Cumbre de las Américas» prevista para este año «y deberían considerarse todas las opciones dentro de la ley internacional».